Desde un Adolfo López Mateos (1958) que fue escoltado por una valla humana de siete kilómetros, hasta Andrés Manuel López Obrador que incluyó copal y bastón de mando en el día de su investidura. Así han sido las tomas de posesión de los últimos presidentes de México.
Épocas de recibimiento multitudinario al presidente de México
Así, la portada del Diario de Yucatán del 2 de diciembre de 1958 narra que López Mateos fue vitoreado por un millón de personas, “sindicalizados, campesinos y público en general”, a lo largo de siete kilómetros.
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Después, en una “solemne pero sencilla ceremonia” el entonces presidente fue interrumpido 22 veces por los aplausos en su “mensaje a la nación”. El protocolo de la transmisión de poderes incluyó un desfile militar con 11,000 elementos.
Por su parte, Gustavo Díaz Ordaz, en 1964, rindió protesta en el Palacio de las Bellas Artes. También tuvo desfile militar en su honor. Seis años después, Luis Echeverría Álvarez realizó un recorrido de 88 minutos entre el Auditorio y Palacio Nacional, en el que miles de personas le rindieron “cálido tributo”. Estuvo acompañado de su antecesor, a bordo de un automóvil descubierto.
En 1976, la sede de la toma de posesión de José López Portillo también fue el Auditorio Nacional. En su caso, dos millones de personas, a lo largo de 8 kilómetros, le dieron la bienvenida en un recorrido en el que imperaron los conjuntos musicales.
Los “cardenistas”, en contra de Salinas
Por su parte, Miguel de la Madrid Hurtado ofreció “los más altos niveles de honestidad pública” durante su mensaje emitido desde el Palacio Legislativo ese 1 de diciembre de 1982.
En 1988, la de Carlos Salinas de Gortari fue una “agitada sesión” desde el Palacio de San Lázaro. Legisladores del Frente Democrático Nacional, partidarios de Cuauhtémoc Cárdenas, gritaron a su llegada que su triunfo fue una imposición y luego abandonaron la sesión.
Ernesto Zedillo fue el primero que realizó sin la compañía de su antecesor el recorrido entre San Lázaro y el Palacio Nacional. Con él estuvo su esposa, a bordo del vehículo descubierto. Antes, durante su mensaje dijo que su gobierno no sería un lugar para amasar riquezas.
Fox rompió los protocolos
Por su parte, Vicente Fox Quezada “acabó con protocolos y tradiciones de más de un siglo”, en una ceremonia en la que Ernesto Zedillo llegó a lucir un rostro desencajado. Fox fue increpado durante su discurso por los priistas, quienes eran por primera vez oposición.
La de Calderón, la más corta y accidentada
La de Felipe Calderón Hinojosa en el Palacio Legislativo fue una accidentada ceremonia que duró solo 4 minutos y medio, la más corta de la historia. El entonces presidente entrante protestó, se ciñó la banda, cantó el Himno Nacional y se retiró. Esto, ante los gritos, chiflidos y jaloneos de los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, entonces perredista.
Peña Nieto, con promesas incumplidas
Enrique Peña Nieto, por su parte, tomó posesión en San lázaro y rindió su mensaje en Palacio Nacional. Ahí ofreció que el país volvería a tener trenes de pasajeros y anunció la ruta Yucatán-Quintana Roo “para el próximo año”, la cual nunca se concretó.
AMLO, con bastón de mando en el Zócalo
Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo, primero con solemnidad en el Congreso, donde en su discurso rompió con lo que calificó como “neoliberalismo hipócrita”; luego en el Zócalo capitalino, ante miles de personas y con el humo del copal de una emotiva ceremonia indígena, que incluyó la entrega de un bastón de mando.