El Ejecutivo Federal ha enviado a la Cámara de Diputados dos importantes iniciativas que buscan modificar aspectos clave de las monedas propuestas de mayor uso diario en el país: las de $10 y $20 pesos. El principal objetivo de estos cambios, según la propuesta, es doble: abaratar la producción de estas piezas metálicas y, crucialmente, mejorar su circulación entre la población. De concretarse, esta sería una de las modificaciones más relevantes a la familia de monedas en años recientes, impactando directamente el costo de acuñación para el Banco de México (Banxico).
La necesidad de cambiar los materiales de la moneda de $10 pesos surge de un factor económico ineludible. El centro de esta pieza dejaría de estar fabricado con la aleación actual de cobre, níquel y zinc, debido al alza desmedida de los precios internacionales. La propuesta es sustituir esta composición por acero con un recubrimiento de níquel. Esta medida se vuelve indispensable, pues el cobre, un metal clave en la mezcla actual, ha encarecido su costo en un asombroso 82% en los últimos cinco años, elevando dramáticamente el costo de producción de cada moneda propuesta.
Ahorro y Sustitución: El Nuevo Material para la Moneda de $10
La sustitución del material en la moneda de $10 pesos responde a una lógica de eficiencia económica. El Banco de México ha documentado que el alto costo del cobre hace que la acuñación de cada pieza se acerque peligrosamente a su valor nominal, o incluso lo supere, resultando en pérdidas para el Estado. Al optar por el acero niquelado, se busca asegurar que el costo de producción sea sensiblemente menor al valor facial de la moneda propuesta, haciendo la acuñación financieramente sostenible a largo plazo y liberando recursos que podrían destinarse a otras áreas.
Esta decisión sobre la moneda de $10 pesos es un reflejo de las presiones inflacionarias y de las dinámicas del mercado global de commodities. El Banxico ha insistido en que una moneda es funcional solo si su valor intrínseco (el costo de su material) es significativamente menor a su valor de cambio. El cambio propuesto busca estabilizar esta relación para evitar el riesgo de que las monedas propuestas puedan ser fundidas y vendidas por su metal, un fenómeno conocido como «arbitraje monetario» que ocurre cuando el valor del metal supera el valor nominal.
Circulación y Diseño: El Adiós a las Monedas Conmemorativas de $20
Por otro lado, la iniciativa para la moneda de $20 pesos se enfoca en resolver un problema de circulación. Actualmente, esta denominación cuenta con múltiples ediciones conmemorativas, las cuales, según un estudio de Banxico, casi no cumplen su función de medio de pago porque la gente tiende a guardarlas como piezas de colección. Esto genera un déficit de monedas propuestas de $20 en el uso cotidiano, afectando el cambio y las transacciones comerciales.
La solución propuesta es radical: eliminar todas las ediciones conmemorativas y establecer un solo diseño permanente. El diseño elegido para esta nueva moneda de $20 pesos única sería el emblemático Castillo de Kukulkán. El objetivo es que, al dejar de ser piezas de colección, estas monedas propuestas regresen al flujo diario de efectivo. Banxico determinó que la mayoría de los ciudadanos ni siquiera identifica el significado de los múltiples diseños conmemorativos, lo que, irónicamente, limitaba su uso y las convertía en piezas estáticas fuera de la circulación económica.
Esta medida se complementa con el hecho de que el costo de la nueva moneda de $20 pesos se mantendría, pero se espera que su vida útil en la circulación aumente drásticamente.
