La Benito Juárez es realmente verde. Esta alcaldía, que cuenta con al menos 24 parques, muchos de ellos icónicos, es la casa del Francisco Villa, mejor conocido como el Parque de los Venados. Un gran pulmón de la ciudad que todos los días recibe a cientos de personas y que desde hace casi siete décadas ha formado parte de los recuerdos de miles de pequeños chilangos que gustaban de su trenecito y de dar una vuelta en caballo entre los ejes viales.
Se construyó a mediados de la década de los años 50, entre el 52 y el 53, y aunque parezca imposible, su nombre nada tiene que ver con esos animalitos tiernos, sino con un grupo de esculturas que se hicieron en honor a ellos y que protagonizan las fuentes que hay en el lugar.
Está en el corazón de la Portales
Se ubica al sur de la Ciudad de México, en el mero corazón de la Colonia Portales. Como referencia está justo al lado de las oficinas de la alcaldía y de una tienda que en otras épocas fue uno de los primeros Gigantes que hubo en la capital, ¿alguien se acuerda
Cómo dato curioso, cuanta con una superficie de más de 94 mil metros cuadrados. Ahí viven al menos 2682 árboles que pertenecen a 40 familias diferentes, algunas endémicas de la ciudad, nada mal para estar entre dos avenidas llenas de tráfico.
Asimismo, el Parque de los Venados cuenta con una pista para correr, varios lugares para hacer ejercicio, un teatro y hasta un planetario hecho por la Sociedad de Astrónomos Mexicanos
Pero empecemos por el principio…
Un poco de historia del Parque de los Venados
Este proyecto urbanístico, hecho con la misión de dar un poco de verde y calidad de vida a los habitantes de la zona se desarrolló gracias al ingeniero Juan Manuel Magallanes que tuvo la misión de convertir una antigua fábrica de ladrillos que había en la zona, en un espacio de recreación que quedara cerca del Parque Hundido.
Se inauguró en 1957. Los responsables fueron dos personajes célebres de la época, el entonces regidor del Distrito Federal (que entubó los ríos) Uruchurtu y por el propio Presidente de la república Adolfo Ruíz Cortines, en un evento protocolar de la época con corbatas y discursos acerca de la importancia de que la Ciudad de México se llenara de áreas verdes.
Bautizado en honor de Francisco Villa
En un inicio, el parque fue bautizado en honor “Robín Hood mexicano” Francisco Villa y a su paso por la Ciudad de México durante la Revolución Mexicana. A propósito de esto, en los años 80 arribó al parque la inmensa estatua de un hombre encima de un caballo que fue hecha por el famoso artista Julián Martínez Soto. Hoy la figura se extiende a lo alto, en el centro de los 18 jardines que recorren este espacio.
A pesar del nombre, años más tarda la gente lo llamó de forma diferente, gracias a la colección de venados que emergen de las fuentes que rodean el parque.
Algunas actividades para hacer en el Parque de los Venados
La extensión del Parque de los Venados es asombrosa, tanto que en los últimos años se ha convertido en un centro comunitario que todos los fines de semana alberga cientos de actividades para todos los que aman la naturaleza y las actividades culturales gratuitas.
Por ejemplo, es uno de los pocos parques que cuanta con un escenario al aire libre llamado “Teatro Popular de los hermanos Soler” donde casi siempre hay un espectáculo diferente, para chicos y grandes, que es totalmente gratuito y se construyó para incentivar las artes en la colonia y darle un espacio a los artistas.
Asimismo, en lo que a gastronomía se refiere el parque está rodeado de toda clase de puestitos con comida deliciosa. Desde tlayudas, helados, puestos retacados de dulces y los clásicos carritos hotdogs que ,digan lo que digan, son los mejores.
Además el parque cuenta con su propio lugarcito para contemplar las estrellas y aprender de ellas. Se trata del Planetario Joaquín Gallo un espacio de difusión en el que de tanto en tanto se imparten talleres para niños, se hacen proyectos para observar el cosmos y demás eventos hermosos para ver las galaxias.
El Parque de los Venados, el paraíso de los niños
Desde 1950, el Parque de los Venados ha sido un verdadero oasis de libertad para los pequeños por la gran cantidad de actividades que se organizan casi todas las semanas. Hay un abanico inmenso de posibilidades.
Además de contar con una de las áreas de juegos más grandes de la ciudad, aquí los niños (o mejor dicho sus papás) pueden comprar juguetes, frasquitos de jabón para hacer bombitas y hasta aprender a dibujar de la mano de experimentados caricaturistas que rondan el parque y hacen toda clase de retratos.
Ya no hay caballos como en los 80, pero sí carritos miniatura motorizados que rodean las numerosas fuentes y andan lentos en diferentes modelos y colores.
Y aunque los tiempos han avanzado, los famosos trenes amarillos del parque de los venados están más vivos que nunca. Ahora hay dos ejemplares que recorren lenta, pero eficazmente todo el parque y siguen siendo un ícono del sitio.
Finalmente, para los entusiastas del deporte, este parque cuenta con una pista para los patinadores sobre rudas que quieran afinar o aprender nuevas técnicas. También hay instructores para los niños que conocen todos los trucos, incluso la posibilidad de deslizarse hacia atrás.
Dicho todo lo anterior, solo queda preguntarles ¿ustedes cuándo van?
Dirección: Avenida División del Norte, C. Dr. José María Vértiz, Sta Cruz Atoyac, 03310 Ciudad de México, CDMX