TORONTO.— Canadá está cada día más dispuesta a expulsar a México del T-MEC. Todo por un creciente nacionalismo y populismo canadiense, materializado por el jefe de Gobierno de la provincia de Ontario, Doug Ford, y por la tibia posición del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, según analistas.
Fuentes diplomáticas en Ottawa indicaron a EFE que en estos momentos los políticos canadienses están interesados en lanzar un provocador mensaje que convierte a México en el problema del comercio norteamericano, ante el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos a partir del 20 de enero del próximo años.
Otro diplomático sugiere que la estrategia canadiense sería parte de una táctica negociadora de cara a la revisión en 2026 del tratado comercial para extraer dolorosas concesiones porque la salida del país latinoamericano es “casi imposible” ante la interconexión económica de la región.
Pero también hay expertos que consideran que el planteamiento de los políticos canadienses no es una artimaña y que el original Tratado de Libre Comercio de América del Norte (el TLCAN), que incorporó en 1994 a México al acuerdo que ya tenían Canadá y Estados Unidos, contaba con muchos detractores.
El profesor emérito de Política de la Universidad de Toronto Nelson Wiseman recordó ayer viernes en declaraciones a EFE que no le ha sorprendido la propuesta de Ford ni el apoyo que ha recibido de otros jefes de gobierno provinciales.
“No me ha sorprendido porque Canadá no estaba a favor de ampliar el TLCAN en 1994 cuando México se unió. Desde entonces, la industria del automóvil de Canadá ha perdido en favor de México”, declaró Wiseman.
El académico añadió que “Ottawa no está opuesta a que México permanezca en el acuerdo mientras que no sea a costa de Canadá”.
El martes 12 de noviembre, Doug Ford subrayó que mientras que Estados Unidos y Canadá ya han anunciado que aplicarán aranceles del 100% a los automóviles chinos, México no solo no lo ha hecho sino que está abriendo la puerta para que los fabricantes del gigante asiático se establezcan en su territorio.
“Si México quiere un acuerdo de comercio bilateral con Canadá, que Dios les bendiga, pero no voy a dejar que me hundan con estas importaciones baratas que se llevan empleos de hombres y mujeres de Ontario”, dijo.
El principal defensor del T-MEC en Canadá ha sido hasta ahora el gobernante Partido Liberal y el primer ministro, Justin Trudeau. Pero su baja popularidad en las encuestas, ha hecho que Trudeau y los liberales estén adoptando posiciones más nacionalistas y populistas.
Trudeau ofreció el jueves pasado una tibia defensa del actual acuerdo comercial al señalar que, aunque el T-MEC es “un éxito” para los tres países, no rechaza ninguna posibilidad.
“Estamos dejando la puerta abierta porque mi trabajo es y siempre será defender a los trabajadores canadienses, defender la economía canadiense, defender los intereses canadienses”, dijo en uno de sus mensajes más nacionalistas.