Posibles efectos de la crisis venezolana en Latinoamérica

Líderes católicos y feligreses alrededor del mundo participaron en la conferencia internacional “¿Qué sucede en Venezuela”, un foro virtual en el que se pronunciaron sobre las acciones que ha tomado el gobierno venezolano tras las elecciones del 28 de julio pasado.

El evento fue organizado por la Academia de Líderes Católicos, un centro internacional de formación en Doctrina Social de la Iglesia con presencia en 14 países de América, Europa y África.

Su finalidad fue fijar una postura desde la perspectiva de la Iglesia, en medio de las dificultades que afronta el pueblo venezolano, luego de los resultados de las elecciones en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) —un organismo colegiado de mayoría oficialista— dio por ganador el actual presidente Nicolás Maduro.

Participaron, entre otros, el cardenal Álvaro Ramazzini, de Guatemala; el cardenal Diego Rafael Padrón Sánchez, de Venezuela, y Fernando Carrillo Flórez, expresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana y vicepresidente de Grupo Prisa.

El cardenal Ramazzini indicó que es necesario construir la paz a través de Cristo.

Agradeció a Dios la oportunidad de poder reunirse para afianzar los propósitos de ser siempre hombres y mujeres que cumplamos lo que el Señor ha pedido, ser sal de la tierra y luz en el mundo.

“Gracias Jesucristo por esta oportunidad, invocamos la presencia de nuestra Señora la Santísima Virgen María, y te pedimos que lo que hagamos y lo que oigamos nos motive a estar enlazados y fortalezca nuestras opciones pastorales”, concluyó el prelado.

El presidente de la Academia Internacional de Líderes Católicos, Rocco Buttiglione, dijo que Hispanoamérica debe tomar en sus manos su propio destino, se pronunció por el respeto a los derechos humanos en Venezuela y calificó la conferencia como un acto de solidaridad con ese país.

El político italiano reconoció el hecho de que la oposición decidera renunciar a la violencia, pues dijo, es sabido que con sangre no se resuelven los problemas en las naciones.

También dijo que no deben considerarse definidos los resultados electorales.

“¡Que se cuenten los votos, no tenemos posiciones políticas, pero defendemos la democracia!”, afirmó.

En su turno, el cardenal Padrón, quien aclaró que no hablaba desde una postura oficial, sino en nombre propio, indicó que hechos que atentan contra la soberanía popular y la identidad histórica y cultural de un país hispanoamericano hay que analizarlos y discernirlos de manera cristiana.

“A mi entender no se trata solo de una elección presidencial (la de Venezuela), y de la posible alternancia en el poder, sino de la existencia de todo un régimen de gobierno y más aún de un sistema de vida en libertad, justicia y fraternidad. La democracia no es perfecta, pero es perfectible”, dijo.

Hizo hincapié en que la democracia sin valores se convierte en un totalitarismo que podría ser visible o encubierto.

El purpurado señaló que el gobierno actual ha creado confusión pues el pueblo eligió a la oposición, pero los gobernantes no han querido reconocer los resultados de las actas, ni dan a conocer resultados reales, aunque se haya cumplido ya el tiempo reglamentario, intentando llevar la elección a una vía judicial, inapelable en el ámbito nacional.

Luego advirtió que se está creando una discusión para que el gobierno genere otras acciones que dividan a los partidos políticos, a la opinión pública y los orille a pedir nuevas elecciones, con represión, persiguiendo a los líderes opositores, infundiendo terror con el alto mando militar y declarando “golpe de estado cibernético”.

Acciones que presionan para anular la elección, pero esto, afirmó, generaría no solo que pierda Venezuela, sino toda Hispanoamérica.

Reafirmó que como católicos se debe apelar a la verdad. “Tenemos que discernir la gravedad del momento, discernir y proclamar la verdad y defenderla”, y dijo que la otra opción es hacer silencio y resignarse a la represión policial, a la agresiva persecución contra los miembros de la coalición opositora y desconocer a los defensores de los derechos humanos.

“Me parece que ha llegado la hora del compromiso de todos, pero en particular de la comunidad de creyentes, y en ella de los líderes católicos. Cada uno de nosotros tendríamos que preguntarnos qué debo y qué puedo hacer; ante todo sentirnos, sabernos ser pueblo, comportarnos como tal, acompañando de forma samaritana, libertariamente a nuestros hermanos. Sentirnos pueblo en nuestro contexto histórico, ser el pueblo de Dios”, puntualizó.

Por su parte, Carrillo Flórez, quien fue promotor del movimiento estudiantil la Séptima Papeleta, que hizo posible la Asamblea Nacional Constituyente de Colombia en 1991, advirtió que la democracia es un sistema frágil que no se defiende solo ni debe ser superado por la impertinencia del autoritarismo.

“No se trata de un asunto de la izquierda contra la derecha, es un tema de la democracia contra la antidemocracia, de la defensa de la libertad humana, la ética, la defensa de la verdad frente a la mentira”, manifestó.

Según dijo, en Venezuela hubo un “mega fraude” delante de los ojos de todos, sin importar que se realizó ante los observadores internacionales, entre los que él se cuenta, y afirmó que estas elecciones en Venezuela no fueron democráticas, pues el pueblo creyó en la institucionalidad democrática, pensando que se aceptaría su voluntad, pero el presidente ha usado el terror como un arma política.— DARINKA RUIZ MORIMOTO//AGENCIA INFORMATIVA MEGAMEDIA