El histórico político izquierdista Porfirio Muñoz Ledo, quien murió este domingo a los 89 años, destacó en su larga trayectoria por ser un actor político sui géneris: crítico, polémico y cercano al poder, tanto que vio pasar de cerca a 11 presidentes de México.
Las facetas de Muñoz Ledo, quien nació el 23 de julio de 1933 en Ciudad de México, fueron muchas y muy completas, tantas que se desarrolló como político, dirigente de partidos, diplomático, diputado federal, senador, Secretario de Estado, y aspirante a la presidencia del país.
Con 6 décadas en la política -aceptó su primer cargo público en 1963-, Muñoz Ledo fue testigo cercano de las tomas de posesión de los últimos 11 presidentes de México, y al último, Andrés Manuel López Obrador, le colocó la banda presidencial después de su triunfo en las elecciones de 2018.
Muñoz Ledo destacó en los últimos años por ser un duro crítico con las posturas del presidente López Obrador, como la política migratoria, la militarización, el control excesivo del presupuesto y hasta la política interior.
Lamento el fallecimiento de Porfirio Muñoz Ledo, con quien por mucho tiempo tuve coincidencias. Las discrepancias recientes no borran los buenos y largos momentos de amistad y compañerismo; mucho menos su legado político. Abrazo a sus familiares y amigos”, apuntó López Obrador en un mensaje en redes sociales.
En una entrevista con EFE a inicios de mayo de 2020, Muñoz Ledo se jactaba de ser de los pocos diputados del oficialismo mexicano que se atrevían a criticar en público al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Y dijo que a su edad, en aquel momento contaba con 86 años, tenía claro que no es un “borrego” y que nadie lo va a silenciar.
“No soy discordante, soy opinante. En muchas de sus iniciativas (de López Obrador) estoy de acuerdo, pero hay algunas en las que no lo estoy y no me voy a callar en ningún momento ni en ninguna circunstancia”, señaló sobre el proyecto político del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido gobernante que ayudó a fundar, precisamente junto a López Obrador.
Pocos conocen tan bien los entretelones del poder como Muñoz Ledo, quien desde los años 70 ha presidido los Partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), ha sido ministro de Trabajo y de Educación, y embajador ante la ONU, la Unesco y la Unión Europea.
Hasta 1987, Muñoz Ledo fue militante del otrora dominante Partido Revolucionario Institucional (PRI), del que salió al no recibir respaldo a sus deseos de ser candidato a la Presidencia.
Luego formó el Frente Democrático Nacional que se integró para las disputadas y polémicas elecciones de 1988 y posteriormente fue cofundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), de centro-izquierda, pero años más tarde las disputas con Cuauhtémoc Cárdenas por la candidatura presidencial provocaron su salida.
Dejó este partido en 1999 al tiempo que el desaparecido Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) lo postuló para las elecciones de 2000 que ganó Vicente Fox (2000-206).
Precisamente, Fox lo invitó a su gobierno, situación que le atrajo fuertes críticas desde la izquierda mexicana, al ser el PAN un partido conservador y de derecha.
Desde 2006 apoyó a López Obrador en sus aspiraciones para llegar a la presidencia, logro alcanzado en las elecciones presidenciales de 2018.
Al inicio de la actual administración manifestó su apoyo al presidente y hasta dijo que el proyecto transformador – heredero de la Independencia, la Reforma y la Revolución mexicana, según el propio mandatario,-, “debe perdurar más allá de la presidencia de López Obrador (2018-2024)”.
“Me asusta y me preocupa que pueda haber un desfondamiento que interrumpa la continuidad del proyecto que para mí debe ocupar un período de la historia de cuanto menos tres sexenios. Si no, no vamos a consolidar la cuarta transformación”, apuntó en la misma entrevista.
En los últimos años, Muñoz Ledo rompió con Morena y con López Obrador aunque siempre conservó su actitud crítica, polémica y cercana al poder.
Con información de EFE