
La revisión del T‑MEC entre México, Estados Unidos y Canadá no es solo un tema para economistas: podría ser un impulso decisivo para la innovación tecnológica en México, lo que significa grandes oportunidades para los jóvenes que quieren emprender. Según Marco Alemán, subdirector de la OMPI, la propiedad intelectual debe ser el motor clave para que México suba entre los países más innovadores del mundo.
Actualmente, México está en la posición 58 del índice global de innovación, pero, con los ajustes adecuados, podría escalar entre los top 50, dijo Alemán. Este ascenso implicaría más inversión en investigación, ciencia, exportaciones tecnológicas y, lo más emocionante para las startups: la protección de patentes.
Los emprendedores jóvenes podrían beneficiarse muchísimo: un sistema de patentes robusto les daría seguridad para desarrollar productos tecnológicos, apps o dispositivos, y permitiría exportarlos no solo en México, sino a los tres países del tratado. Más aún, gracias a ese marco legal fortalecido, podrían negociar su expansión hacia Estados Unidos o Canadá sin miedo de perder su ventaja intelectual.
Otro punto clave viene de la parte gubernamental: Esteban Moctezuma, embajador mexicano, ha señalado que la revisión del Tratado considerará cambios por la inteligencia artificial, la digitalización y otros avances tecnológicos. Eso podría traducirse en políticas a favor de la innovación que respalden startups de IA, fintech, biotecnología o software.
Pero no todo es automático: las MiPymes también están presionando para que su papel sea más relevante en el T‑MEC revisado. Empresarios pequeños reclaman que se active de verdad el Capítulo 25, para que tengan acceso real a cadenas de proveeduría tecnológica y exportación. Si eso se concreta, podría ser un parteaguas para las empresas jóvenes de tecnología que buscan escalar internacionalmente.








