Desde tiempos inmemorables, México ha sido una de las plataformas importantes para que una banda o artistas triunfe a nivel mundial. Sin embargo, hay ciertos géneros o estilos que conectan más de este lado del charco que otros. Y curiosamente uno de ellos es el britpop, que a pesar de toda clase de barreras, quedó profundamente arraigado en el gusto de un buen público mexicano.
Para nadie es un secreto que cuando vienen a nuestra tierra las pocas agrupaciones o exponentes de esta generación que siguen vivas, llenan prácticamente el lugar donde se presentan. Un fenómeno bastante curioso, considerando que han pasado más de dos décadas desde que Blur, Oasis, Pulp, Suede y más dominaron la industria musical, pero sobre todo, porque hablamos un idioma y venimos de contextos muy distintos.
Y a pesar de que han llegado con un montón de fuerza más movimientos culturales y musicales interesantes que han conquistado el negocio de la música, en México seguimos siendo fieles a toda la ola del britpop. Pero, ¿alguna vez se han preguntado por qué este subgénero conectó con la gente de este paÃs y por que ha tenido tanto impacto en nosotros? Bueno, pues aquà les contamos nuestra hipótesis.
El nacimiento del britpop
Para comprender todo esto del britpop y la curiosa relación que tiene con México, necesitamos un peso (o más) de contexto. A inicios de los 90, el Reino Unido estaba pasando por un momento social y cultural complicado, sobre todo durante los últimos años de mandato de Margaret Thatcher como primera ministra, quien armó toda una revolución y reestructuración dentro de la tierra del fish and chips.
Pero hablando de la música, también se enfrentaban a una crisis desde ese lado, algo grave considerando que históricamente, siempre han dado grandes bandas y artistas. Y no es que durante ese tiempo no hayan surgido proyectos grandiosos o talentosos (cof cof, The Smiths, New Order y The Stone Roses), la verdadera problemática era que la industria musical británica simplemente no estaba teniendo el mismo impacto que antes.
Lejos quedaron los 60 y 70 donde bandas legendarias del Reino Unido como The Beatles, The Rolling Stones, The Who, The Kinks, The Jam y muchas más dominaban Sobre todo, esto se vio más claro en el rock, pues del otro lado del Atlántico, Nirvana, Pearl Jam y el movimiento grunge se habÃan ganado a los jóvenes en Estados Unidos y de gran parte del mundo, quienes encontraron en estos grupos la voz que representaba casi a la perfección lo que sentÃan y pensaban.
Sin embargo, no todos se identificaban con el famoso “sonido de Seattle” y fue ahà donde el britpop encontró espacio para colarse. Con la idea de recuperar lo mejor del legado de la cultura popular británica, nace este subgénero que se caracterizó por crear melodÃas pegajosas y un tanto más optimistas, combinadas con letras más positivas y basadas en hechos cotidianos (aunque eso sÃ, la ironÃa y el humor negro no faltaron para hacer crÃtica social sobre el Reino Unido).
Los primeros exponentes del movimiento y su ascenso
Aunque se debate mucho el verdadero origen, muchos consideran que fue en 1992 con la llegada de “Popscene” de Blur y “The Drowners” de Suede que inició la ola del britpop, canciones que no mostraban un mensaje completamente distinto al del grunge. A partir de ahà comenzaron a llegar los primeros éxitos de este movimiento, como Modern Life Is Rubbish de Damon Albarn y compañÃa, o el disco homónimo del grupo comandado por Brett Anderson.
Fue asà como muchas disqueras independientes, reconociendo el potencial que tenÃan, comenzaron a apoyar a muchos talentos que traÃan esta misma onda. Creation Records  âsello dirigido por Alan McGee, pieza clave en todo estoâ firmó a unos jóvenes llamados Oasis, mientras que Island Records decidió darle más empuje a Pulp, quienes ya llevaban años tocando pero no lograban llegar a un nivel masivo.
Acompañados de este nueva generación de artistas y con la bandera del Reino Unido como estandarte (un sÃmbolo destacado del movimiento que aparecÃa tanto en álbumes de bandas, como en ropa y decoración hasta en conciertos que sirvió para demostrar su orgullo y nacionalismo), el britpop poco a poco fue escalando. Sin embargo, todo se salió de control en 1994, donde el movimiento dio uno de sus golpes más fuertes.
En aquel año y tras la lamentable muerte de Kurt Cobain, el grunge se acercaba a su final junto a uno de sus grandes Ãdolos. Y fue ahà donde los grupos británicos aprovecharon para aprovechar la situación para contraatacar con dos de los álbumes más icónicos de los 90: Parklife de Blur y Definitely Maybe de Oasis. Estos discos aumentaron la popularidad del britpop y su ascenso dentro de la industria musical mundial, pero también ayudaron a que Elastica, The Verve, Echobelly, Sleeper y Supergrass (solo por mencionar a algunos) tuvieran visibilidad.
La batalla de Blur con Oasis y el inicio del fin para esta etapa de la música británica
Sin embargo, el movimiento llegarÃa a su punto más alto en 1995. Y sÃ, lo decimos porque en ese momento, Oasis y Blur se enfrentaron en la ya conocida batalla del britpop, lo cual generó un ruido mediático que no se veÃa desde The Beatles y The Rolling Stones en los 60, donde luchaban la clase trabajadora contra la media para ver quién tenÃa la mejor canción.
Aunque Damon Albarn y compañÃa se quedaron con la batalla gracias a “Country House”, los Gallagher ganaron la guerra con el lanzamiento de su segundo material, (What’s The Story) Morning Glory?, el cual fue un éxito en todo el mundo y dejó de lado a The Great Escape. Pero ellos no fueron los únicos que sacaron discazos en aquel entonces, ya que Pulp nos entregó otro clásico, su aclamado y espectacular Different Class, considerado por muchos como el álbum definitivo del britpop.
A pesar de que el revuelo que generó esta batalla y el surgimiento de nuevas bandas que parecÃan seguir el mismo estilo daban a entender que el movimiento seguirÃa por muchos años, la cosa serÃa muy distinta. La llegada de grupos como Radiohead, Massive Attack, Portishead y más, demostró que habÃan otras propuestas musicales interesantes dentro del propio Reino Unido que para nada sonaban a lo que hacÃan los grupos de britpop.
La sobreexplotación por parte de las disqueras y la monotonÃa en cuanto a las melodÃas y letras fue lo que mató al britpop, pues no solo la gente se hartó de escuchar lo mismo en cuestión de unos cuantos años, las propias bandas también estaban cansadas. El ejemplo perfecto fue Blur, quienes se bajaron del barco para explorar otros ritmos. Lo mismo sucedió con The Verve y Supergrass, que decidieron reinventarse por completo con sus siguientes discos.
Sin embargo, habÃa quienes se negaban a abandonar el movimiento, como el caso de Oasis. La prensa y la industria apostó todas sus canicas a que el tercer álbum de los Gallagher revivirÃa el movimiento, pero Be Here Now estuvo muy lejos de inspirar a una nueva generación ni mucho menos ampliaron el sentido artÃstico del britpop. Es por eso que para 1998, con el estreno de This Is Hardcore de Pulp, llegó a su fin esta etapa de la música en el Reino Unido.
Y a todo esto, ¿por qué nos gusta tanto el britpop en México?
El britpop murió muy joven (pues técnicamente solo duró seis años), pero dejó una enorme influencia no solo en muchos artistas británicos que vinieron después, también en otras partes del mundo. Y es ahà donde entra México, un paÃs que curiosamente, desde aquellos años de gloria del movimiento, conectó por completo con el sonido y el mensaje que traÃan. Pero, ¿se han preguntado por qué nos late tanto este estilo?
A pesar de que tenemos contextos sociopolÃticos y culturales, y hasta idiomas distintos, no somos tan diferentes a los ingleses. Ambos hemos pasado por toda clase de crisis y a través de la música, tratamos de sobrellevar la vida de un modo irónico, divertido (con un toque de humor negro) e incluso dramático. Y es justo ahà donde encajamos con el britpop, además que la música británica la tenemos muy bien arraigada en este paÃs, gracias a The Beatles y muchos más.
Aunque rolas como “Parklife”, “For Tomorrow”, “Common People” o “Mile End” tienen como protagonistas a personajes y lugares del Reino Unido, y hablan de cosas muy británicas, no se alejan tanto de las personas y situaciones que vemos y enfrentamos en México. Porque al final del dÃa, no importa en que lado del planeta nos encontramos, todos nos podemos identificar con esas canciones porque son himnos que reflejan circunstancias que trascienden fronteras.
Pero más allá de la parte del britpop que se burlaba y criticaba a la sociedad y polÃtica, las bandas del movimiento también nos entregaron canciones que nos hablaban de aspirar a cosas más grandes a pesar de la clase social o el contexto en el que vivimos, del amor y su contraparte, de pensar en que vendrá un futuro mejor a pesar de que las cosas se vean sumamente complicadas, de pasarla bien y mucho más.
Y definitivamente, con esa clase de mensajes tan universales, es inevitable que no podamos sentirnos parte de lo mismo sin importar que vivamos en partes muy diferentes del mundo. Puede que el britpop haya terminado a finales de los 90, pero si algo nos queda claro es que México siempre se negará a que muera.
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