
Estrategia detrás de la caída del precio del #petróleo
La reciente decisión de #ArabiaSaudita de bajar el precio del petróleo ha dado mucho de qué hablar en todo el mundo. Mientras algunos lo ven como un favor directo al expresidente Donald Trump, quien siempre prometió gasolina barata para sus votantes, otros aseguran que es un error que costará caro. Sin embargo, ambas opiniones se quedan cortas si no se mira la jugada completa de Riad, que tiene décadas afinando su dominio en el complicado tablero energético global.
Todo comenzó en 2020, cuando la pandemia del COVID-19 paralizó la demanda de crudo y llenó hasta el tope los inventarios mundiales. En lugar de detenerse, Arabia Saudita y Rusia entraron en una guerra de precios para ver quién aguantaba más. Para muchos fue una locura, pero en realidad era una estrategia calculada: inundar el mercado, derrumbar los precios y sacar del juego a los productores más débiles.
Este método, explicado con modelos de teoría de juegos como el Edmond, muestra cómo los grandes exportadores de bajo costo, como Arabia Saudita, equilibran el vender caro con dominar el mercado. Cuando el precio del petróleo sube mucho, surgen pequeños competidores que quieren su parte del pastel. Entonces, los saudíes abren la llave, revientan los precios y limpian el mercado de rivales poco rentables.
Cómo afecta esta jugada al mercado internacional
En 2020, la pandemia dejó claro hasta dónde podía llegar esta estrategia: con los depósitos llenos, el precio llegó a valores negativos y decenas de petroleras estadounidenses de esquisto quebraron. Rusia y Arabia Saudita salieron fortalecidos. Hoy, una situación parecida se repite, pero ahora impulsada por la inestabilidad política y la presión de la Casa Blanca para que la OPEP aumente su producción.
Con Estados Unidos bombeando más crudo y miembros más pequeños de la OPEP rompiendo acuerdos, Arabia Saudita ve una nueva oportunidad para defender su territorio. Aunque sufra pérdidas momentáneas, sabe que a largo plazo controlará el mercado, mientras los productores menos eficientes abandonan la competencia.
Así, la caída del precio del petróleo no es un simple error ni un favor político: es parte de un plan maestro. Con cada desplome, Riad reafirma su lugar como líder energético mundial y manda un mensaje claro a cualquiera que pretenda competir: en el juego del crudo, los grandes siempre ganan.
Me parece genial que se hable de este tema, pero a veces siento que no se le da la importancia que merece. Es un asunto que nos afecta a todos y es hora de que se tomen decisiones serias.
Me parece bien que se hable de este tema, pero a veces siento que se exageran las cosas y no se dan soluciones claras. Sería bueno que, además de informar, se propusieran formas concretas de mejorar la situación.