
17-Septiembre-2025.-.El ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, instó a la alianza atlántica a analizar la posibilidad de implementar una zona de exclusión aérea sobre Ucrania con el fin de proteger a la población y al territorio de los países miembros frente a la creciente amenaza de drones rusos. Sus declaraciones llegan tras la intrusión de varios aparatos no tripulados en el espacio aéreo polaco la semana pasada, un incidente que activó de inmediato las defensas de la OTAN.
Durante la incursión, cazas polacos y sistemas aliados derribaron drones que, según se confirmó, no estaban armados. Para Sikorski, ampliar las operaciones hacia el espacio aéreo ucraniano podría prevenir que los aparatos lleguen a sobrevolar países de la OTAN. Sin embargo, aclaró que una decisión de esta magnitud debe tomarse en conjunto con todos los aliados y no de manera unilateral.
La idea de establecer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania no es nueva. En 2022, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ya había pedido apoyo en este sentido tras el inicio de la invasión rusa, aunque los países de la alianza descartaron la propuesta por el riesgo de una confrontación directa con la aviación rusa. Ahora, el planteamiento de Polonia parece centrarse únicamente en neutralizar drones cerca de las fronteras con la OTAN.
El Ministerio del Interior polaco informó que al menos 16 drones fueron detectados durante la última incursión. La operación de defensa, que duró siete horas, contó con la participación de cazas polacos y holandeses, así como el apoyo de fuerzas aéreas de Italia, Alemania y la propia OTAN. Para Sikorski, la repentina presencia de tantos aparatos no puede ser considerada un hecho accidental.
El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que sus ataques recientes se dirigieron únicamente contra objetivos en Ucrania y negó cualquier intención de alcanzar territorio polaco. Alegó que sus drones tienen un alcance máximo de 700 kilómetros, lo que los haría incapaces de penetrar tan lejos en suelo de la OTAN. Pese a ello, pocos días después de la intrusión en Polonia, un dron ruso también cruzó el espacio aéreo de Rumanía, lo que elevó la preocupación en toda la región.
Expertos advierten que una medida como la propuesta por Polonia podría aumentar la fricción entre Moscú y la OTAN, dado que obligaría a la alianza a intervenir de manera más directa en el espacio aéreo ucraniano. Aun así, para Varsovia, el beneficio de impedir que drones o restos de ellos caigan en territorio aliado es una razón suficiente para abrir el debate.
Especialistas en seguridad internacional señalan que, antes de implementar una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, la OTAN podría reforzar las defensas fronterizas con tecnología más avanzada. Entre ellas destacan radares de largo alcance, sistemas de interceptación láser y unidades móviles antiaéreas capaces de neutralizar drones a bajo costo. Además, se recomienda intensificar el intercambio de inteligencia en tiempo real con Ucrania, lo que permitiría anticipar trayectorias de vuelo y coordinar respuestas conjuntas sin necesidad de una escalada militar inmediata.