NUEVA YORK (EFE).— Apenas un centenar de personas, principalmente de origen dominicano, secundó la “Gran Marcha: Estoy con Kamala” (Harris) programada para ayer y que discurrió entre la zona del alto Manhattan, Nueva York, y las proximidades del distrito de El Bronx.
El acto, que fue respaldado por la oficina del congresista por Nueva York Adriano Espaillat junto a organizaciones demócratas locales como “Northern Manhattan Democrats For Change” y “Harlem To The Heights Campaign Committee”, no contó con el seguimiento esperado pese a que fue presentado como una convocatoria de sumo interés.
“Quedan solo 45 días paras las elecciones. Vamos a realizar la marcha más grande de la ciudad de Nueva York para apoyar a nuestra candidata, la primera mujer que será electa como presidenta de los Estados Unidos”, aseguraron sin acierto desde la oficina de Espaillat horas antes.
Buena parte del centenar de asistentes eran trabajadores de la campaña presidencial de la fórmula Kamala Harris-Tim Walz, pero también acudieron a mostrar su apoyo integrantes del colectivo “Mujeres de El Bronx con Kamala” y el sindicato de trabajadores de hotel en Nueva York.
“En peligro”
“Creemos firmemente que la situación de los latinos está en peligro si regresa Donald Trump. Él dice abiertamente que está contra nosotros. Kamala debe ganar. No hay otra opción”, expresó a EFE Jocelyn Sánchez, una limpiadora de hotel dominicana que también lleva semanas en lucha contra la aprobación de una nueva medida local que amenaza con destruir centenares de puestos en servicios de limpieza.
“Con Kamala es pa’allá que vamos’ o ‘El poder es de Kamala’ pudo oírse en la marcha, a la que acompañaron varios coches de seguidores de la actual vicepresidenta estadounidense con fotografías de su rostro y banderas de la República Dominicana.
Para Alexander Valdez, otro asistente y residente de la comunidad vecina Little Dominican Republic (alto Manhattan), el motivo del escaso seguimiento a la que se preveía una gran convocatoria para la comunidad latina en Nueva York es que “la mayoría de familias no pueden dejar de trabajar toda una mañana de sábado, aunque la apoyen” (a Kamala Harris).
“No es fácil para nosotros, aunque la comunidad dominicana en Nueva York tiene décadas, seguimos peleando por salir adelante día a día y no es sencillo sumarse a eventos así. Por eso no queremos a Trump, porque tememos perder lo que ya hemos conseguido”, añadió.