
Un piloto joven, pero con nervios de acero
Un momento de tensión total se vivió en el vuelo #VB755 de #VivaAerobús, cuando uno de los motores del avión Airbus #A321-271NX presentó una falla grave durante el trayecto entre #Miami y #Mérida. Gracias al rápido actuar del capitán Roger Alonso Castillo, los 215 pasajeros que iban a bordo lograron aterrizar sanos y salvos en el Aeropuerto José Martí, en La Habana, Cuba.
Este piloto de Viva Aerobús, de apenas 31 años, tomó el control de la situación y prácticamente planeó el avión hasta llegar a tierra firme. Lo hizo sin perder la calma, siguiendo cada protocolo, pero también guiado por su experiencia y sangre fría. Sin duda, se convirtió en un héroe sin capa que evitó una tragedia mayor.
Roger Alonso Castillo Rivas egresó como Piloto Comercial en 2018 del Instituto de Estudios Aeronáuticos de Veracruz. Su trayectoria como aviador es corta pero sólida: en julio de 2023 ingresó a Viva Aerobús y apenas en septiembre de ese mismo año fue promovido a capitán de un Airbus A320, uno de los modelos más modernos de la aerolínea.


Lo que muchos no sabían es que Roger Alonso es hijo de Roger Castillo Valencia, político y empresario de Tabasco con actividades en Ciudad del Carmen, Campeche. A pesar de sus vínculos familiares, este joven piloto ha forjado su camino en la aviación por méritos propios. Hoy su nombre resuena como un ejemplo de temple, valentía y profesionalismo.
La escena del aterrizaje fue impactante: pasajeros nerviosos, tripulación en alerta, y un solo objetivo en mente: tocar tierra con seguridad. Lo que parecía imposible se logró, y fue gracias a la precisión de Castillo Rivas, quien supo manejar la falla del motor sin perder el control del avión.