
CIUDAD DE MÉXICO.— Aunque México mantuvo su calificación crediticia en BBB- con perspectiva estable, Fitch Ratings advirtió que el panorama económico del país continúa siendo complejo, principalmente por los riesgos asociados a Petróleos Mexicanos (Pemex), la presión fiscal y el entorno económico global.
Durante su participación en el pódcast Norte Económico, del Grupo Financiero Banorte, Todd Martínez, codirector de la División de Soberanos de las Américas en Fitch, explicó que, pese a conservar el grado de inversión, el país enfrenta señales preocupantes en el frente interno, además de los riesgos externos.
Uno de los focos de mayor atención para la calificadora es el deterioro progresivo de Pemex, cuya situación financiera se califica como un “ciclo vicioso”, caracterizado por operaciones frágiles, pérdidas recurrentes, alto endeudamiento, caída en la producción y una apuesta sostenida por la refinación.
La agencia señala que esa estrategia hace que Pemex dependa cada vez más del apoyo fiscal del gobierno federal, a través de reducciones tributarias o transferencias directas, lo que implica que su pasivo se traslade progresivamente al balance público.
A esta presión se suma una proyección de contracción económica: Fitch anticipa una caída de 0.4% en el Producto Interno Bruto (PIB) en 2024, derivada no sólo de debilidad interna sino también del resurgimiento del proteccionismo comercial en Estados Unidos.
México exporta alrededor del 27% de su PIB al vecino del norte, por lo que nuevas medidas arancelarias tendrían efectos severos en las cadenas de suministro. Martínez indicó que incluso antes de esos aranceles, la incertidumbre ya estaba teniendo impacto.
Fitch contextualiza estos riesgos bajo el recordatorio de que la calificación BBB- representa el último escalón dentro del grado de inversión. En los últimos diez años, México ha recibido dos rebajas en su nota crediticia, principalmente por su bajo crecimiento económico.
La agencia advierte que un choque económico severo, combinado con una falta de avances en la consolidación fiscal —presionada por los compromisos con Pemex—, podría derivar en una degradación al nivel de grado especulativo.
Martínez alertó que, a diferencia de choques anteriores, México no enfrenta este contexto con una posición fiscal sólida, lo cual limita su margen de maniobra en un año particularmente retador, marcado por un déficit fiscal récord en 2024.
Es preocupante ver cómo Pemex sigue siendo un problema para el país. A pesar de los esfuerzos, parece que no logran salir del bache. Es hora de que se tomen decisiones más audaces para cambiar esta situación, porque al final, todos sufrimos las consecuencias.
La verdad es que es preocupante escuchar que Pemex sigue siendo un problema para el país. En lugar de avanzar, parece que solo estamos cargando con un lastre que nos impide crecer. Es hora de que se tomen decisiones más audaces y se busquen soluciones reales, porque así no vamos a ningún lado.
Es preocupante ver cómo Pemex sigue siendo un problema para el país. A pesar de que se intentan abrir nuevos pozos y atraer inversión privada, parece que la situación no mejora. Es como si estuviéramos en un ciclo sin fin donde siempre estamos esperando que las cosas cambien, pero no vemos resultados claros. Necesitamos soluciones reales y efectivas, no solo promesas.