
ATENAS, Grecia.— La isla griega de Santorini enfrenta un éxodo masivo debido a una serie de terremotos que han sacudido la región en los últimos días, con magnitudes de hasta 5.
El gobierno ha calificado el fenómeno como un “fenómeno geológico complejo” y ha instado a la población a “mantener la calma”.
Al menos 11,000 personas, en su mayoría residentes con sus familias, han abandonado la isla ante el temor de un sismo mayor o de una posible activación de los volcanes de la zona. Imágenes de medios locales mostraron atascos en las carreteras que conducen al puerto y aeropuerto, con multitudes abordando ferris hacia Atenas.
Ayer, sin embargo, la imagen de Santorini es desoladora. Los pueblos más grandes y turísticos, Oia y Fira, lucen vacíos, evocando los días de cuarentena por la pandemia de Covid-19. Apenas quedan algunos turistas “valientes” y un reducido grupo de residentes. La mayoría de los comercios, restaurantes y escuelas han cerrado sus puertas.
“Todos se están yendo, imagínate que no encuentro a nadie para que me diga algo”, declaró a EFE Yeorgia Diela, periodista de medios locales que ha decidido permanecer en la isla junto con su esposo y sus tres hijos. Según datos del censo de 2021, Santorini contaba con 15,000 residentes, pero se estima que otros 10,000 no estaban registrados. Ahora, solo unos 4,000 han optado por quedarse, principalmente personas mayores.
El primer ministro griego ha pedido nuevamente a la población que “mantenga la calma” y siga las instrucciones de las autoridades, asegurando que el Gobierno “está preparado para cualquier posibilidad”. Expertos en sismología señalan que la probabilidad de un terremoto mayor a 6 es baja, aunque advierten que los temblores podrían continuar durante semanas o incluso meses.