
CIUDAD DE MÉXICO.— Las intermitentes amenazas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra México se han vuelto un dolor de cabeza para los ejecutivos de la emblemática industria nacional del tequila.
Muchos compradores adelantaron sus pedidos tras la decisión de Trump de posponer las medidas un mes, permitiendo que la mercancía cruce la frontera antes de la entrada en vigor.
Ahora que se acerca otra fecha límite, el negocio está sufriendo las consecuencias hasta que el impacto de los aranceles se aclare, con algunos pagos retrasándose en medio de un incremento de los inventarios, según productores de Jalisco.
Con el aumento de la incertidumbre, un fabricante de tequila de séptima generación argumentó que las prolongadas amenazas podrían ser incluso peores que los propios aranceles.
“Los clientes no se quieren comprometer ahora mismo y estar sentados en inventario es muy costoso”, dijo Luis Fernando Camarena.
Trump sembró confusión sobre la aplicación y el calendario de los aranceles. Tras ofrecer respuestas contradictorias sobre su política comercial hacia Canadá y México, el mandatario confirmó que EE.UU. impondrá mañana, 4 de marzo, aranceles del 25% a sus vecinos, como estaba previsto, además de un impuesto del 10% a las importaciones provenientes de China.
“Si se imponen los aranceles, veríamos un impacto negativo, aunque los mercados se ajustarían con el tiempo”, señaló Camarena. “Más pausas podrían causar un daño mayor, ya que traerían disrupciones a las operaciones de la tequilera y las cadenas de suministro”, agregó.
Su familia vende en EE.UU. más de dos tercios del licor a base de agave que produce y su empresa, Camarena Tequila, prevé desde ahora una caída del 20% en el primer semestre del año.
El impacto en el sector tequilero en general podría ser aún mayor, ya que más del 80% de la producción de México se manda al norte, al otro lado de la frontera.
Preocupación latente
Aunque los datos de febrero, cuando los aranceles de Trump estaban en suspenso, aún no están disponibles, los fabricantes de tequila enviaron en enero 32 millones de litros a EE.UU., según el regulador del sector.
Eso supone un aumento de casi el 35% con respecto al año anterior y representa un salto del 25% en relación a diciembre, ya que los compradores se apresuraron a comprar antes de la fecha inicial de aplicación del Presidente, el 4 de febrero.
Mientras tanto, el fabricante de José Cuervo, Becle SAB, advirtió que podría enfrentar un golpe cercano a los 80 millones de dólares si EE.UU. impone los aranceles, aunque aseguró que se ha estado preparando para ese complejo escenario.
“Hemos aumentado proactivamente los inventarios en EE.UU. a través de envíos anticipados entre empresas desde México y Canadá”, dijo el director financiero Rodrigo de la Maza durante una llamada de resultados.
México mantiene el monopolio de la producción de tequila desde mediados de la década de 1990, pero elegir a su vecino del norte como su principal mercado —tanto por la proximidad como porque es el hogar de millones de mexicanos que ya lo beben— hizo que las decisiones políticas en Washington fueran una cuestión de vida o muerte para la industria, dijo el analista de Monex, Roberto Solano en una entrevista.
“Es un momento crucial para el tequila”, dijo Vas Art, director de marketing de OhBev, una agencia enfocada en bebidas alcohólicas. “Estamos viendo un frenesí de movimientos proactivos. Las marcas se están adelantando como locas”, almacenando en Estados Unidos y, en algunos casos, incluso importando tanques enteros de acero inoxidable del licor para poder embotellarlo en el país.— El Financiero