
Cambio repentino tras presión internacional
En un giro que ha generado controversia en #España y Europa, el presidente del gobierno, #PedroSánchez, firmó la declaración de La #Haya, comprometiéndose a elevar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB, una cifra sin precedentes en la historia reciente del país. La decisión llegó apenas unos días después de que Sánchez asegurara públicamente que no se rebasaría el 2,1%, lo que ha encendido el debate político sobre la soberanía y coherencia del gobierno español.
Trump y Rutte habrían presionado directamente a Sánchez
De acuerdo con fuentes diplomáticas, la firma de la declaración se dio tras presión directa de Donald Trump y el primer ministro neerlandés Mark Rutte, quienes impulsan una mayor contribución militar de los países europeos en el marco de la OTAN. Esta maniobra ha sido vista por algunos analistas como una muestra del peso que aún ejerce Trump en la política internacional, pese a no estar actualmente en la Casa Blanca.
La decisión ha generado una ola de críticas en sectores de izquierda y pacifistas en España, que consideran desproporcionado destinar tal porcentaje del presupuesto nacional a gasto militar en medio de crisis sociales, económicas y climáticas que también requieren atención urgente. Incluso dentro del propio gobierno, algunas voces han manifestado incomodidad por lo que califican de «incoherencia estratégica».
El Ministerio de Defensa, por su parte, ha señalado que esta medida permitirá reforzar la capacidad operativa del país, mejorar equipamiento y tecnología, y cumplir con los compromisos internacionales. Sin embargo, los detalles sobre cómo y cuándo se implementará este aumento en el presupuesto aún no se han aclarado del todo.
Organizaciones civiles y partidos de oposición han exigido que esta decisión pase por el Parlamento antes de ejecutarse, argumentando que un cambio tan drástico debe ser debatido públicamente. También advierten que podría abrir la puerta a un rearme acelerado sin un análisis profundo sobre sus repercusiones.
A pesar del ruido político, Pedro Sánchez ha defendido la firma alegando que “la seguridad colectiva es ahora más importante que nunca”. No obstante, la contradicción con su declaración previa ha dejado una sensación de sorpresa y desconfianza, tanto dentro como fuera del país.