
15 de Diciembre del 2025.- La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) emitió un comunicado urgente este lunes informando a la nación y a la comunidad internacional que sus sistemas fueron blanco de un ataque cibernético directo. Según la información oficial, el objetivo principal de esta ofensiva digital era paralizar por completo la operatividad de la empresa, lo que hubiera significado un golpe devastador para la economía del país sudamericano. Sin embargo, la compañía petrolera aseguró que los protocolos de seguridad funcionaron adecuadamente para proteger las áreas críticas de producción y evitar un colapso en la extracción de crudo.
En el reporte detallado difundido a través de las redes sociales institucionales, se aclaró que las áreas operativas de campo no sufrieron daños, ya que el ataque cibernético logró ser contenido y limitado exclusivamente a los sistemas administrativos de la corporación. Esto significa que la maquinaria, los pozos y las refinerías continuaron funcionando bajo los estándares establecidos, evitando así una interrupción física en la cadena de valor de los hidrocarburos. La empresa enfatizó la robustez de sus cortafuegos industriales frente a estos intentos de sabotaje externo que buscan desestabilizar el sector energético.
PDVSA garantizó la continuidad operativa de toda la industria, asegurando que el suministro de gasolina y otros derivados para el mercado interno venezolano está totalmente asegurado pese a la agresión cibernética. De igual manera, la estatal afirmó que sus compromisos internacionales de exportación se mantienen en pie sin alteraciones, gracias a la implementación inmediata de protocolos seguros de contingencia. La respuesta rápida de los equipos de informática permitió aislar la amenaza antes de que esta pudiera afectar los sistemas de control automatizado que regulan el flujo de petróleo y gas.
Escalada de tensiones y piratería
La compañía no dudó en señalar a los responsables, vinculando este intento de ataque cibernético con una estrategia mayor orquestada por el Gobierno de los Estados Unidos. Según el comunicado, esta acción se suma a una serie de agresiones destinadas a apoderarse de los recursos naturales venezolanos mediante el uso de la fuerza y lo que denominan «piratería». La empresa denunció que intereses extranjeros, en complicidad con actores internos, buscan vulnerar el derecho soberano de Venezuela a desarrollar su propia industria energética y gestionar sus riquezas sin injerencias externas.
Este incidente digital ocurre en un contexto de alta tensión, pocos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la incautación de un buque petrolero en aguas cercanas. Caracas calificó esa acción física como un robo descarado y un acto de piratería internacional, y ahora ven este ataque informático como la continuación lógica de esa hostilidad. Para las autoridades venezolanas, no es coincidencia que la presión militar en el Caribe y los sabotajes a los sistemas tecnológicos ocurran de manera casi simultánea, sugiriendo una coordinación para asfixiar al país por múltiples frentes.
Despliegue militar y condena global
El escenario se complica aún más con la presencia de la ‘operación Lanza del Sur’, un despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe iniciado en agosto bajo la justificación de la lucha antidrogas. Sin embargo, Venezuela y varios organismos señalan que estas operaciones han derivado en acciones letales, incluyendo bombardeos a embarcaciones civiles y un ataque cibernético a la infraestructura estatal como parte de una guerra híbrida. Mientras Washington acusa a Nicolás Maduro de narcotráfico y ofrece recompensas, Caracas sostiene que el verdadero fin es un cambio de régimen para controlar las reservas de petróleo y gas, las más grandes del planeta.






