
El panorama político en México comienza a perfilarse con un giro inesperado de cara a las elecciones intermedias de 2027, donde se renovarán 17 gubernaturas. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM), uno de los aliados clave de Morena en la coalición gobernante, ha anunciado su intención de competir de manera independiente en la mayoría de estas entidades. Esta decisión estratégica, revelada por el coordinador nacional del partido, Arturo Escobar, ha generado una serie de reacciones entre las figuras políticas de Morena en estados clave, como Zacatecas, San Luis Potosí y Guerrero, donde se anticipan ya los movimientos electorales. La separación del Partido Verde de su principal socio político plantea un nuevo escenario de competencia y posibles realineamientos de fuerzas en el ámbito electoral.
El anuncio de esta nueva estrategia ha desatado un debate interno en Morena y sus aliados. La determinación del Partido Verde de México de postular a sus propios aspirantes a las gubernaturas se sustenta en la búsqueda de consolidar su propia identidad política y fortalecer su presencia en el mapa nacional. Al ir solos, el PVEM busca construir una plataforma propia que les permita negociar en mejores condiciones o, incluso, ganar espacios de poder por mérito propio, sin la sombra de la coalición que los ha llevado a ocupar cargos importantes. Esta movida, además, podría ser una respuesta a la reforma electoral que se encuentra en discusión, la cual podría reducir los espacios plurinominales, tradicionalmente utilizados por partidos minoritarios como el PVEM y el PT para asegurar su representación.
Posibles alianzas y reacomodos en el espectro político

La ambiciosa estrategia del Partido Verde Ecologista de México ha provocado un reacomodo de fuerzas y especulaciones sobre posibles alianzas futuras. Un ejemplo de ello es la situación en Zacatecas, donde el senador de Morena, Saúl Monreal, se ha visto impedido de competir por la gubernatura debido a las reglas internas de la 4T que prohíben el nepotismo. Monreal ha declarado públicamente que no descarta la posibilidad de contender por un partido diferente, como el PT o el PVEM, si la coalición no se consolida. Esta declaración refleja la incertidumbre que reina en el ambiente político y demuestra que los actores están dispuestos a buscar alternativas para alcanzar sus aspiraciones, abriendo la puerta a nuevas configuraciones electorales. La autonomía del Partido Verde podría convertirse en una oportunidad para aquellos que no encuentren un espacio dentro de Morena.
La búsqueda de candidatos del Partido Verde no es un movimiento aislado, sino que se enmarca en un contexto de redefinición de las reglas del juego político. La propuesta de reforma electoral, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, que busca reducir las diputaciones plurinominales, representa un desafío directo para los partidos pequeños que dependen de estos espacios para su supervivencia. Ante este panorama, el PVEM parece haber optado por la ofensiva, buscando ganar el poder de forma directa a través de la postulación de sus propios candidatos en las elecciones a gobernador. Este enfoque proactivo les permitiría fortalecer su base electoral y demostrar su capacidad para competir de forma independiente, en lugar de depender de la fuerza de Morena.
La estrategia del PVEM podría tener un impacto significativo en las elecciones de 2027. La postulación de sus propios candidatos en 17 gubernaturas no solo fragmentaría el voto de la coalición gobernante, sino que también podría beneficiar a la oposición al dividir el voto oficialista. Si el Partido Verde logra consolidar su presencia y competir de forma exitosa en estos estados, podría convertirse en un actor político con una mayor capacidad de negociación, obligando a Morena a replantear sus alianzas y a considerar al PVEM como un socio en igualdad de condiciones y no como un simple acompañante. Este nuevo escenario eleva la tensión y anticipa una contienda electoral mucho más compleja y competida.
El viraje estratégico del PVEM hacia una mayor autonomía política, que lo aleja de su rol de socio menor dentro de la coalición gobernante, podría estar motivado por una lectura del panorama político que sugiere una posible moderación en la influencia de Morena a nivel regional. El éxito de la Cuarta Transformación en las pasadas elecciones se ha cimentado, en gran medida, en la figura y el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, con el inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum, los partidos aliados como el PVEM podrían estar calculando que la hegemonía de Morena no será tan absoluta como lo fue en el pasado, lo que les brinda una oportunidad para crecer y posicionarse como actores relevantes por derecho propio. Esta nueva postura del Partido Verde es un claro indicativo de su búsqueda por un rol más protagónico y una mayor cuota de poder en el futuro político del país.
