
15 DE JULIO-Una menor de 13 años perdió la vida en Santa Rosa del Aguaray, Paraguay, tras haber sido sometida a una cesárea de emergencia. De acuerdo con autoridades médicas y fiscales, la niña permanecía en terapia intensiva desde el 7 de julio, luego de ingresar al hospital con un cuadro grave de salud. El embarazo habría sido producto de una situación de violencia prolongada, que ahora es investigada por el Ministerio Público.
El director del hospital, Roberto González, informó que la menor enfrentó complicaciones tras la intervención quirúrgica. El cuerpo de una niña de esa edad no está fisiológicamente preparado para un parto, especialmente con un bebé de más de tres kilos. A pesar de los esfuerzos, falleció luego de seis días hospitalizada, sin poder ser trasladada a un centro de mayor complejidad en Asunción debido a limitaciones económicas de su familia.
Las autoridades confirmaron que hay una investigación en curso y que un joven de 20 años se encuentra bajo custodia preventiva mientras se determina su presunta responsabilidad en los hechos. El caso ha despertado consternación en todo el país y ha encendido el debate sobre la necesidad urgente de fortalecer las políticas de prevención, atención médica y justicia en casos que involucran a niñas y adolescentes.

En otro caso que también sacudió a Paraguay esta semana, un hombre fue detenido tras permanecer más de dos décadas prófugo por su supuesta relación con un hecho similar ocurrido en el año 2003. El detenido, quien utilizaba documentos falsos, fue capturado durante un control policial y ahora enfrenta un proceso judicial. Su caso dio origen al actual Día Nacional contra la Explotación y el Maltrato hacia la Niñez en ese país.
Vale señalar que Paraguay presenta una de las tasas más altas de embarazos en niñas y adolescentes en América Latina, según organizaciones civiles. Expertos en salud y derechos humanos coinciden en que se requiere una estrategia integral que combine educación, atención médica especializada y marcos legales más efectivos para proteger a menores de edad.
Diversos sectores sociales y religiosos, así como organismos internacionales, han solicitado que estos casos no queden impunes y sirvan para generar cambios de fondo. Se pide que se garantice justicia para las víctimas y que se fortalezcan los sistemas de protección para prevenir que más niñas enfrenten situaciones similares. La sociedad paraguaya exige respuestas claras, atención digna y acciones concretas.
