El papa León XIV recibió este domingo la ‘maglia rosa’ del Giro de Italia y bendijo a los ciclistas, a los que calificó de “modelos” para los jóvenes, antes de la última etapa en Roma.
“Bienvenidos al Vaticano. Es un placer poder saludarles en esta última etapa del Giro de Italia. Espero que para todos ustedes esta sea verdaderamente una jornada bellísima”, dijo el pontífice, junto a la monja Raffaella Petrini, primera mujer en ejercer el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano.
León XIV, reconocido apasionado del deporte, se dirigió al pelotón para calificar a sus corredores de “modelos para todos los jóvenes del mundo” y expresar su agradecimiento por ello.
“El ciclismo es tan importante como el deporte en general. Les doy las gracias por todo lo que hacen, son modelos de verdad, y espero que así como han aprendido a cuidar el cuerpo, lo hagan también con el espíritu”, señaló, animando a cultivar del mismo modo “el cuerpo, la mente, el corazón y el espíritu”.
Por último, el pontífice estadounidense, también con nacionalidad peruana, impartió su bendición apostólica, que sirvió de pistoletazo de salida para la última etapa del Giro 2025.
En ese momento, los ciclistas empezaron a pedalear por el interior de los muros vaticanos, a lo largo de un recorrido de 3 kilómetros repleto de arte, historia y espiritualidad.
La etapa pontificia comenzó en un lateral de la basílica de San Pedro y prosiguió, en subida, hasta los Jardines Vaticanos, pasando el monasterio ‘Mater Ecclesiae’ o la Gruta de Lourdes, para después salir de los confines vaticanos por la Puerta del Perugino.
Ya en territorio italiano comenzó oficialmente la última etapa de la competición, con el británico Simon Yates (Visma Lease a Bike) como virtual campeón.
La idea de que el pelotón del Giro cruzara el estado pontificio surgió cuando, en octubre de 2021, durante el pontificado de Francisco, la ‘Athletica Vaticana’ fuera reconocida como miembro de la Unión Ciclista Internacional.
Y la etapa servirá como antesala del Jubileo del Deporte, que reunirá a deportistas y aficionados de todo el mundo en Roma el 14 y 15 de junio por el Año Santo en curso.
Los papas a lo largo de la historia han prestado gran atención a este deporte sobre ruedas. Pío XII, por ejemplo, recibió al pelotón del Giro en 1946, Pablo VI inauguró la competición de la 57 edición en 1974 y Juan Pablo II recibió a los corredores en audiencia por el gran jubileo de 2000.
Con información de EFE
Está bien que el Papa apoye eventos deportivos, pero a veces parece que se enfoca más en el espectáculo que en los problemas reales que enfrenta la gente.
Está bien que el Papa apoye el deporte y dé su bendición, pero a veces parece que se distrae de temas más importantes. La fe y el deporte pueden ir de la mano, pero no deberíamos olvidar lo que realmente necesita atención.
Está bien que el papa se involucre en eventos deportivos, pero a veces parece que se distrae de los problemas más serios que enfrenta la gente. La bendición está bien, pero hay cosas más importantes que atender.