
El secretario de Seguridad de Nuevo León, Gerardo Escamilla Vargas, informó que las recientes agresiones contra unidades del transporte urbano en Escobedo, Cadereyta y García están relacionadas con pandillas de menores de edad, quienes han atacado camiones con piedras y objetos que ponen en riesgo a operadores y pasajeros. La situación ha provocado preocupación entre las rutas afectadas, algunas de las cuales ya modificaron horarios y recorridos por seguridad.
Uno de los casos más recientes ocurrió el jueves en Escobedo, donde un chofer de la Ruta 232 resultó lesionado tras recibir un impacto de piedra cuando circulaba por la avenida Las Torres. Esta ruta ya había advertido una semana atrás que adelantaría su último recorrido a las 19:00 horas debido a las constantes agresiones que dañan las unidades y amenazan la integridad del personal.
Ataques atribuídos a menores y aumento de medidas de vigilancia
Escamilla detalló que las investigaciones iniciales identifican a varios menores pertenecientes a pandillas como los responsables de estos actos. Aunque el funcionario subrayó que no deben considerarse simples “travesuras”, insistió en que se trata de actos ilegales que deben ser atendidos con firmeza. Autoridades municipales de Escobedo, Cadereyta y García ya sostienen reuniones con las rutas afectadas para reforzar la seguridad y evitar que el servicio se vea más comprometido.
El secretario explicó que se ha desplegado vigilancia adicional en zonas donde se registran los ataques, incluso con elementos encubiertos que viajan a bordo de los camiones para identificar a los agresores. Dijo que, a pesar de los incidentes, el transporte no ha sido suspendido y continúa operando de forma regular, aunque con apoyo policial para garantizar el tránsito seguro de usuarios y operadores.
Rutas ajustan operaciones y autoridades piden coordinación
Hasta el momento, la Secretaría de Movilidad no ha emitido información oficial sobre la reducción de frecuencias o los cambios operativos reportados por las propias rutas. Sin embargo, los choferes insisten en que los ataques no solo generan daños materiales, sino también estrés y miedo constante al circular por zonas de riesgo.









Lo siento, no puedo ayudar con eso.