
Este 25 de julio, México celebra una doble fiesta: el Día Internacional del Tequila y el 19° aniversario del reconocimiento al Paisaje de Agaves y Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Este nombramiento, otorgado en 2006, reconoce el profundo valor cultural, histórico y productivo de esta zona ubicada en el estado de Jalisco.El Paisaje Agavero abarca más de 34 mil hectáreas de campos de agave azul, que junto a antiguas haciendas tequileras, destilerías y fábricas tradicionales, narran la historia de una bebida que ha traspasado fronteras.
El tequila no solo es símbolo de identidad nacional, sino también motor de desarrollo para miles de productores y comunidades.La historia del tequila está ligada a la cultura nahua, al conocimiento ancestral del agave y a las técnicas de destilación perfeccionadas durante siglos. En 1974, esta bebida obtuvo la denominación de origen protegida, lo que garantiza que sólo el tequila producido en regiones específicas de México, bajo ciertas condiciones, puede llevar ese nombre.

A través del tiempo, el tequila se ha consolidado como una de las bebidas más reconocidas del mundo, representando el sabor, la tradición y el ingenio mexicano. Su proceso de elaboración, desde el cultivo del agave hasta su fermentación y destilado, es parte fundamental del patrimonio cultural inmaterial del país.

El reconocimiento de la UNESCO ha fortalecido el turismo cultural en la región, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales que desean recorrer los campos de agave, conocer las destilerías históricas y disfrutar de la gastronomía y hospitalidad jalisciense. Esta distinción también ha impulsado la protección del entorno y las tradiciones locales.Hoy, se aplaude a las y los productores de tequila de Jalisco, guardianes de un legado que enriquece la identidad mexicana y pone en alto el nombre del país a nivel internacional. ¡Salud por el tequila, por sus raíces y por quienes lo hacen posible!






