
Owen Cooper, con apenas 15 años, marcó un hito en la historia de los Emmy al convertirse en el actor más joven en ganar la estatuilla por Mejor Actor de Reparto. Su galardón llega gracias a su papel en Adolescence, la nueva serie dramática de Netflix que expone dilemas oscuros y emocionales en un pequeño pueblo británico. Cooper interpreta a Jamie Miller, un adolescente de 13 años acusado de haber asesinado a una de sus compañeras de clase. Su actuación ha sido reconocida internacionalmente por capturar la culpa, el trauma y las ambigüedades morales con sorprendente madurez. Este premio no sólo le da reconocimiento, sino que también reafirma su talento emergente dentro de la industria.
Este logro no es menor: Owen Cooper rompió un récord que estaba vigente desde 1973, cuando Scott Jacoby obtuvo el Emmy por Mejor Actor de Reparto siendo adolescente, con 16 años, por su papel en The Certain Summer. Cooper lo supera por un año, cambiando así la historia de los Emmy y colocando su nombre junto al de quienes definieron los estándares jóvenes en la televisión. Un récord viejo de más de medio siglo finalmente cedió ante una joven promesa que apuesta por personajes complejos.
Adolescence, la producción que lo llevó al Emmy, ha generado impacto no sólo por la temática delicada, sino por cómo aborda lo psicológico, lo judicial y lo moral en la juventud. La serie pone a Jamie en una encrucijada donde la acusación, la duda y el sistema legal presionan sobre él, forzando al espectador a cuestionarse sobre el juicio, la verdad y la culpa. La dirección, el guion y el elenco han sido alabados por su valentía al explorar escenarios incómodos y emocionalmente intensos.
Cooper ha declarado recientemente que nunca imaginó estar compitiendo al máximo nivel tan joven, ni interpretando un papel de tanta carga dramática. Revela que preparar a Jamie implicó sumergirse en emociones muy intensas, y trabajar con un equipo que confió en él desde el principio le permitió asumir riesgos actorales que parecen reservados sólo para adultos. Esa confianza y profesionalismo le han valido no sólo críticas elogiosas, sino también respeto dentro de la industria.
El reconocimiento de Cooper simboliza una nueva era para los actores jóvenes en la televisión, donde ya no basta con ser joven, sino con tener presencia, veracidad y capacidad para transmitir conflictos internos complejos. La audiencia y la crítica coinciden en que Adolescence no es sólo un drama judicial más: es un espejo que devuelve preguntas sobre la culpa, la empatía y la adolescencia como un territorio donde no todo está claro. El público ha acogido la serie con fuerza, generando debates en redes sociales sobre justicia, inocencia y responsabilidad adolescente.