
21 de Noviembre del 2025.- El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, realizó declaraciones muy importantes este viernes durante su participación habitual en un programa de radio, donde analizó la situación actual de la guerra en Europa del Este. El mandatario subrayó que el tiempo se está agotando y afirmó con contundencia que «las próximas dos o tres semanas serán cruciales» para determinar el futuro de la región. Según su visión, todo depende de cómo se maneje la propuesta que ha llegado desde Washington, la cual considera fundamental para avanzar hacia una solución real y duradera mediante un Plan de paz efectivo.
Orbán explicó a los oyentes que el documento presentado no es una idea improvisada, sino que contiene elementos que ya han sido objeto de conversaciones previas entre los gobiernos de Rusia y Estados Unidos. Para el líder húngaro, el mundo se encuentra en un «momento decisivo» donde las decisiones que se tomen ahora marcarán la historia. Insistió en que la viabilidad de este Plan de paz dependerá de la voluntad política que muestren las potencias involucradas en los próximos días, lo que podría cambiar drásticamente el escenario bélico actual.
El primer ministro también señaló que está muy atento a las primeras reacciones oficiales que surjan sobre la propuesta de 28 puntos, ya que esto dará forma a las negociaciones. Según su perspectiva, si el Plan de paz es bien recibido o al menos discutido seriamente, se podría acelerar la organización de la esperada cumbre entre Rusia y Estados Unidos. Dicha reunión, que estaba prevista para realizarse en Budapest, tuvo que ser aplazada el mes pasado, pero ahora existe una nueva esperanza de que se concrete gracias a este impulso diplomático.
Detalles del documento estadounidense
El jueves pasado salieron a la luz pública los 28 puntos que conforman la estrategia del presidente estadounidense Donald Trump para resolver el conflicto ucraniano, un tema que ha acaparado la atención de los medios internacionales. Entre las condiciones más polémicas del Plan de paz se encuentran la prohibición de que la OTAN siga expandiéndose hacia el este y el levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre Rusia. Además, el documento exige que se celebren elecciones presidenciales en Ucrania en un plazo de 100 días tras la entrada en vigor del acuerdo.
El texto también aborda cuestiones territoriales que no son favorables para los intereses del gobierno de Kiev, lo que ha generado mucha controversia. Adicionalmente, el Plan de paz obliga al régimen ucraniano a tomar medidas concretas para erradicar el nazismo y eliminar cualquier tipo de discriminación contra las personas de habla rusa en su territorio. Orbán considera que el simple hecho de que esta propuesta haya sido reconocida oficialmente y publicada representa un «nuevo paso extremadamente importante» hacia la estabilización de la zona.
La reacción del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, no se hizo esperar y comentó la situación este viernes por primera vez con un tono de evidente preocupación. El mandatario expresó que su país se enfrenta a una elección muy difícil: elegir entre la pérdida de dignidad o el riesgo de perder a un socio clave como Estados Unidos. Zelenski calificó el Plan de paz como un conjunto de «28 puntos complicados» y advirtió que, si no se maneja bien, Ucrania podría enfrentar «un invierno extremadamente duro» en uno de los momentos más difíciles de su historia.
Postura de Rusia y el futuro
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, también ofreció sus comentarios este viernes respecto a la iniciativa estadounidense. El líder del Kremlin señaló que el Plan de paz aún no se ha discutido de manera sustancial con su gobierno, lo cual es un paso necesario para cualquier avance. Putin argumentó que esta falta de diálogo profundo se debe a que tanto Kiev como los países europeos están evitando afrontar la realidad de lo que sucede en el campo de batalla, lo que retrasa las soluciones pragmáticas.








