En el momento de más actividad de su carrera, Miles Kane lanza One Man Band, después de haber lanzado apenas el año pasado Change the Show, un disco que lo colocó al centro de una producción enorme, muy cercano al swing, las grandes bandas y el rock clásico (precedente al rock n’ roll) de leyendas como Little Richard o Robert Palmer.
Con una discografía considerable, que comprende cinco LP’s de estudio considerando el que tenemos frente a nosotros, Miles Kane ha trabajado en un sonido que lo identifica, con arreglos que no escatiman en invitar metales, cuerdas y coros inmensos. La mitad de Last Shadow Puppets se inclina hacia un sonido más boogaloo, y algo de acid jazz, con un glamour que evoca lujo y también un viaje al pasado.
Miles Kane comparte créditos en composición con Tom Ogden (vocalista de Blossoms) y Keiran Shudall (Circa Waves). Andy Burrows Razorlight y We Are Scientists se une en “Baggio” tocando la batería. El primo de Miles, James Skelly (The Coral, Blossoms) está a cargo de la producción, y suena bastante el impacto del productor de Blossoms, con un sentido de pop de estadio que le suma bastante al álbum.
Un disco directo y enérgico, clásico de Miles Kane
Comenzando con un lado más rockerón, conocimos a Miles Kane con Colour of the Trap (2011) y ahora, con 37 años, notamos que ha explorado un sonido más completo, no centrado en su guitarra y su voz, sino que presenta un proyecto más grande que él.
Del Coup de Grace (2018) a su disco pasado, Miles Kane optó por la grandilocuencia y excentricidad que significa incluir muchos músicos más en un disco, y por supuesto que en un show en vivo. El Change the Show (2022) fue una exploración de lo que el músico británico podía lograr con un sonido distinto, pero lo tenemos de vuelta para este disco.
Sin rodeos, intros aventurados o elongados, Miles Kane se va directo a los riffs distorsionados, que te transmiten energía, como el rock clásico al que el inglés le sigue apostando, algo extraño en una época repleta de proyectos que no tienen un género definido.
Los solos de guitarra de “Never Taking Me Alive” y “The Wonder” llevan el sello de la guitarra de Miles Kane distorsionada con buzz, y son un regreso al Don’t Forget Whu You Are (2013). Su idea de rock de estadio, con coros enormes que imaginamos como combustible del algún mosh pit, nos hace verlo claramente sobre el escenario con la presencia característica.
Miles Kane nos trae su rock-pop inglés, con melodías que se quedan en ti
Desde The Rascals y obviamente pasando por The Last Shadow Puppets, Miles Kane ha demostrado muchísima facilidad para crear letras que se quedan dando vueltas en tu cabeza y que van sobre melodías vocales ligeras que te encuentras tarareando por horas.
Para este disco, Miles Kane conoce sus habilidades bien y las impacta en rolas como “Doubles” y “Baggio”, con un tema central atípico, que nos dice que a veces observar a un jugador de futbol puede alegrarte el día. En su caso, nos muestra su edad haciendo referencia directa a Roberto Baggio, italiano que tuvo su esplendor en los noventas, y a quien Miles le dedicó una búsqueda especial.
La culminación del sonido que por años ha intentado Miles Kane se presenta en este disco, en el que ninguna de las once rolas se siente forzada o fuera de lugar. Descaradamente, Kane presenta la canción que da nombre al disco con un coro que se va elevando, un riff sencillo pero característico.
Y finalmente nos alegra que se reconozca como una banda completa, ya que por años lleva haciendo esto y reconocemos que Miles Kane es su propio frontman y eso ha bastado para crear rolotas que se han quedado por años con nosotros.
Esta canción no es la excepción, y quienes hemos visto a Miles Kane en vivo podemos corroborar que transmite muchísima energía y se ha colocado casi como un acto inglés de culto, sin que haya sido por acaparar la atención mediática o o por comportamientos fuera del escenario. La última vez que lo vimos en México fue como abridor de Arctic Monkeys, y aunque es considerado el quinto mono, su carrera solista es envidiable.
La identidad del proyecto solista de Miles Kane
Aunque su disco pasado coqueteaba con la idea fundamental de The Last Shadow Puppets, sobre todo con el último EP del dueto The Dream Synopsis (2016), Miles Kane tiene muy claro lo que quiere hacer con su propio proyecto.
Aunque rolas como “Heal” y “Ransom” podrían haber sido la base para rolas del super dúo, Miles Kane toma el protagonismo y las letras que usa son menos crípticas y hablan sin utilizar muchos recursos literarios sobre temas tan sencillos como sanar y problemas amorosos. Su voz funciona muy bien ya sea gritando coros estruendosos, o susurrando apenas la historia de algún amor que nada más no se concreta.
Aunque hay trancazos de rock directos, Miles Kane encuentra el equilibrio en algunas rolas que se acercan más a baladas como “Heartbreaks (The New Sensation)”, “Ransom” y la excelente cerradora “Scared of Love”. No es sencillo encontrar esto, y en la discografía de este músico a veces se ha notado que intenta muchas cosas en un solo disco.
Para esta entrega, Miles Kane reconoce lo que funciona, y puede entregar coros buenísimos que derrochan energía y gritos, pero también baladas con letras conscientes que descansan de nuevo sobre melodías clásicas. Para celebrar el mejor disco que ha lanzado a la fecha, Miles se lució con mercancía hasta autografiada por él, diversas versiones físicas y ropa con un diseño muy cool que pueden encontrar en su página oficial.
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