
6 NOVIEMBRE 2025-NACIONAL-La activista Olimpia Coral Melo, impulsora de la Ley Olimpia, advirtió que las grandes plataformas digitales siguen sin actuar con la responsabilidad que la crisis exige. Señaló que, pese a los avances legales en México, las empresas tecnológicas no colaboran de manera eficiente con las autoridades ni con las víctimas cuando se trata de eliminar contenido íntimo difundido sin consentimiento. “Hemos avanzado en la prevención, pero falta muchísimo más”, expresó, al remarcar que la impunidad digital sigue siendo una forma de violencia de género.
Durante una entrevista con El Sol de México, Coral Melo subrayó que, aunque México es pionero en América Latina con leyes, campañas y programas educativos para combatir la violencia digital, las plataformas siguen siendo “una de las barreras más duras” al momento de eliminar material íntimo no consentido. Su principal crítica: las empresas tecnológicas se amparan en vacíos legales y políticas internas poco transparentes que terminan prolongando el sufrimiento de las víctimas.
“No basta con que esté en la ley”, insistió. La activista apuntó que, además del marco legal, es urgente reforzar los protocolos institucionales y exigir la corresponsabilidad de las compañías digitales. Denunció que muchas veces las víctimas deben revivir su trauma durante los procesos de denuncia, enfrentando retrasos, burocracia y evasión de responsabilidades por parte de las plataformas. “Necesitamos ampliar los alcances de la ley en almacenamiento, tenencia de contenido íntimo no consentido y responsabilidad empresarial”, declaró.
Olimpia Coral también advirtió sobre el riesgo del llamado “populismo legislativo”, es decir, la creación de reformas que no se aplican con eficacia real. Dijo que los cambios legales deben responder a los problemas que viven las víctimas en la práctica: la falta de respuesta de las plataformas, la ausencia de equipos especializados y la inexistencia de protocolos de eliminación inmediata. “No podemos permitir que las víctimas pasen meses o años esperando que bajen contenido que destruye vidas enteras”, sostuvo.

De acuerdo con la activista, la irresponsabilidad de las plataformas digitales no solo se traduce en omisión, sino en una forma moderna de complicidad. “No entregan información, no bajan contenidos en tiempos razonables y no cuentan con equipos locales especializados en derechos digitales”, afirmó. Esta falta de compromiso agrava la vulnerabilidad de las mujeres que enfrentan violencia mediada por la tecnología, extendiendo su dolor en entornos digitales que deberían protegerlas.
México, sin embargo, sí ha logrado posicionarse como referente regional con herramientas como el Código Emma, un instrumento educativo aplicado en escuelas que aborda la violencia digital desde una perspectiva preventiva. Este modelo ya está siendo replicado en otros países de América Latina, lo que demuestra que los avances son posibles cuando hay voluntad institucional. “Somos pioneras las mexicanas y las latinoamericanas, pero aún falta muchísimo por hacer”, enfatizó Coral Melo.
La Ley Olimpia, recordó, es un conjunto de reformas al Código Penal Federal y a leyes estatales que sancionan la difusión de contenido íntimo sin consentimiento. Penaliza la violencia digital con cárcel, reconoce la violencia mediada por tecnologías como agravante, y obliga a las autoridades a intervenir para suspender la difusión. Su origen está en la propia experiencia de la activista, quien fue víctima en Puebla de la difusión no consentida de material íntimo, hecho que la llevó a impulsar un movimiento nacional que hoy tiene alcance en las 32 entidades del país.








