Washington, D.C. Durante un servicio en la Catedral Nacional de Washington, D.C., la obispa episcopal Mariann Edgar Budde hizo un llamado público al entonces presidente Donald Trump, pidiéndole compasión hacia los inmigrantes que viven en Estados Unidos. Frente a una congregación expectante, Budde pronunció un discurso emotivo en el que apeló a los valores de humanidad y empatía.
“Le pido que tenga misericordia de las personas en nuestro país que hoy tienen miedo”, dijo la obispa, destacando la situación de quienes trabajan en labores esenciales, como la agricultura, la limpieza, la atención hospitalaria y la industria alimentaria. Subrayó que, aunque algunos no tienen documentación en regla, son personas que contribuyen con sus impuestos, cuidan a sus comunidades y son fieles integrantes de diferentes congregaciones religiosas.
El mensaje directo de Budde incluyó una referencia al discurso del presidente, quien recientemente afirmó haber sentido la «mano providencial de un Dios amoroso». Con firmeza y sin perder el tono de respeto, la obispa le recordó que millones de personas confiaron en su liderazgo y le instó a honrar esa confianza con actos de compasión hacia quienes más lo necesitan.
Budde también aprovechó el momento para orar por la fortaleza de los estadounidenses, invitándolos a reconocer la dignidad de todos los seres humanos y a trabajar unidos en beneficio de la nación y del mundo. “Que Dios nos conceda la fuerza y el valor para honrar la dignidad de cada ser humano… por el bien de todas las personas, de esta nación y del mundo entero. Amén”, concluyó.