
16 de Diciembre del 2025.- La policía australiana ha confirmado recientemente información crucial sobre la tragedia ocurrida el pasado domingo en Bondi Beach, la cual ha conmocionado al país entero. Según los últimos reportes oficiales, los atacantes actuaron bajo la influencia ideológica y operativa del Estado Islámico, lo que cambia drásticamente el curso de la investigación sobre esta terrible Masacre en Australia. Los medios locales, incluyendo la cadena ABC, indican que la planificación del ataque fue meticulosa y contó con una preparación previa en el extranjero que pasó desapercibida para los controles fronterizos en su momento.
Un dato alarmante que ha salido a la luz es que padre e hijo, identificados como los responsables, viajaron al sur de Filipinas apenas un mes antes de los hechos. Se cree firmemente que este viaje tuvo como objetivo principal recibir adiestramiento militar específico para ejecutar la Masacre en Australia con mayor letalidad y precisión. Esta región asiática es conocida por las autoridades internacionales por albergar redes activas vinculadas a grupos terroristas desde la década de 1990, funcionando como un centro de entrenamiento clandestino.
La Agencia de Inteligencia Australiana, conocida por sus siglas en inglés como ASIO, ya tenía en el radar a los involucrados, Sajid Akram y su hijo Naveed Akram. Las investigaciones actuales apuntan a que el joven de 24 años mantenía vínculos con grupos extremistas con sede en Sídney mucho antes de que ocurriera la Masacre en Australia. A pesar de estas conexiones previas y del conocimiento de las autoridades sobre su entorno, no se lograron detener a tiempo los planes violentos que culminaron en el ataque del domingo pasado.
El rastro del entrenamiento terrorista
Durante los registros forenses posteriores al ataque, las autoridades hallaron dos banderas del Estado Islámico dentro del vehículo utilizado por los agresores para llegar al lugar. Los investigadores sospechan con alto grado de certeza que ambos hombres habían jurado lealtad al grupo terrorista antes de perpetrar la Masacre en Australia. Este hallazgo material confirma la fuerte motivación ideológica y religiosa detrás de la violencia desatada en una de las zonas turísticas más importantes y concurridas de la nación.
Una fuente de seguridad de alto nivel reveló a la prensa que Naveed Akram ya mostraba claros «indicios de intención» radical desde que tenía apenas 18 años de edad. Aunque fue investigado en el año 2019 por asociarse con células locales sospechosas, las autoridades de inteligencia no consideraron necesario profundizar en su caso en ese momento específico. Esa decisión administrativa ha sido duramente cuestionada tras ver el desenlace fatal de la Masacre en Australia años después, abriendo un debate sobre los protocolos de seguridad.






