28 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El oeste de Turquía fue golpeado por otro terremoto la noche del lunes, generando alarma en varias provincias. El sismo, que alcanzó una magnitud de 6,1, tuvo su epicentro en la ciudad de Sindirgi, dentro de la provincia de Balikesir, según los datos proporcionados por la agencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD). Ocurrió a las 22:48 hora local (1948 GMT) y su relativa poca profundidad, de 5,99 kilómetros, hizo que se sintiera con fuerza en un amplio territorio, incluyendo la gran ciudad de Estambul y las provincias cercanas de Bursa, Manisa e Izmir, recordándoles a todos la constante amenaza de un sismo en la región.
Las autoridades turcas informaron que el nuevo terremoto causó el derrumbe de al menos tres edificios desocupados y una tienda de dos pisos en Sindirgi. Un punto crucial de este evento es que estos inmuebles ya presentaban daños estructurales previos, causados por un sismo que afectó la misma región en agosto. Afortunadamente, no se reportaron víctimas fatales de inmediato, aunque las evaluaciones y las búsquedas continuaron a lo largo de la noche para asegurar que no hubiera ninguna pérdida de vidas.

Derrumbes y Pánico por el Sismo
A pesar de que los colapsos se concentraron en estructuras previamente debilitadas, el impacto psicológico del sismo fue significativo. El gobernador de Balikesir, Ismail Ustaoglu, informó que al menos 22 personas resultaron heridas tras sufrir caídas provocadas por el pánico generalizado. Estas caídas son una consecuencia directa de la confusión y el temor que se apoderan de la gente durante un terremoto, y se suman al caos provocado por el movimiento de tierra y las réplicas.
La situación llevó a que miles de personas optaran por permanecer al aire libre, reacias a regresar a sus hogares ante el temor de nuevas réplicas, un miedo justificado dada la actividad reciente. Con la llegada de la lluvia, el gobernador Ustaoglu anunció medidas de emergencia. Se abrieron mezquitas, escuelas y centros deportivos para servir de refugio seguro, ofreciendo a las personas que temían volver a casa un lugar cubierto y relativamente seguro lejos de las estructuras dañadas por el sismo.
El administrador del distrito de Sindirgi, Dogukan Koyuncu, confirmó a la agencia noticiosa estatal Anadolu que, «Hasta ahora no hemos identificado ninguna pérdida de vidas, pero continuamos con nuestra evaluación». La tranquilidad inicial contrasta con la intensidad del terremoto y la vulnerabilidad de las construcciones en una zona castigada ya por la actividad telúrica.
Una Región Constantemente Castigada por Temblores
Es fundamental recordar que la misma región de Balikesir ya había sido afectada por un temblor de magnitud 6,1 apenas en agosto pasado, el cual dejó un muerto y decenas de heridos. Desde ese evento, la zona se ha visto remecida por una serie continua de temblores menores o réplicas. Este nuevo sismo intensifica la preocupación de los expertos sobre la actividad en las fallas geológicas locales y la necesidad de acelerar la inspección y demolición de estructuras ya comprometidas.

La Frecuencia de los Temblores y la Zona de Falla del Norte de Anatolia






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