
9 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- Un equipo del Max Planck Institute for Sustainable Materials presentó un método para obtener metales como cobre, níquel y cobalto a partir de nódulos polimetálicos del fondo marino. La técnica utiliza plasma de hidrógeno en lugar de compuestos de carbono, lo que permite reducir las emisiones de CO2 y disminuir los efectos ambientales en comparación con la minería tradicional.
El procedimiento consiste en calentar los nódulos en un horno de arco eléctrico alimentado por energía renovable, separando primero el cobre y luego obteniendo una aleación de níquel y cobalto, junto con óxidos de manganeso útiles para baterías. La proporción de metales puede ajustarse según la duración del proceso, lo que facilita su posterior procesamiento.

Según los investigadores, el método genera menos residuos y requiere menos energía que los procesos convencionales. Por ejemplo, producir materiales para mil millones de baterías mediante esta técnica produciría 9 mil millones de toneladas de residuos, frente a 63 mil millones generados por la minería terrestre. Además, no implica la deforestación ni problemas laborales asociados a la minería en tierra firme.
El avance es relevante ante la creciente demanda de metales para la transición energética. Se estima que para 2050 se necesitarán 60 millones de toneladas de cobre, 10 millones de níquel y 1,4 millones de cobalto solo para baterías y redes eléctricas. La extracción de nódulos marinos podría garantizar el suministro necesario con menor impacto ambiental.

El Max Planck Institute señala que, aunque la técnica reduce algunos impactos, la minería submarina todavía presenta riesgos para los ecosistemas marinos. Se requieren regulaciones y supervisión para minimizar daños y garantizar una extracción responsable.







