
3O OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-Un hito sin precedentes en el campo de la neurotecnología se ha concretado: la compañía Neuralink ha logrado que un paciente completamente paralítico pueda controlar un brazo robótico utilizando únicamente la fuerza de su pensamiento. Alex Conley, quien perdió el control de sus extremidades debido a una grave lesión en la médula espinal, se ha convertido en el primer individuo en utilizar una Interfaz Cerebro-Computadora (ICC) de Neuralink para dirigir esta sofisticada prótesis de asistencia.
El implante del chip cerebral N1 de Neuralink, parte del estudio PRIME, fue realizado en el Instituto Neurológico Barrow, una institución de renombre que ha gestionado el caso de Conley. Michael T. Lawton, presidente y director ejecutivo del Instituto Neurológico Barrow, confirmó las nuevas capacidades de su paciente. Según Lawton, Conley «puede manejar un brazo robótico que le permite encender el interruptor de la luz, abrir una puerta o mover algo que esté delante de él», detallando la funcionalidad práctica que este logro confiere al paciente en su vida diaria.
Un Paso Crucial Hacia la Independencia Cotidiana
Gracias a esta vanguardista tecnología, Conley ahora tiene acceso a la realización de tareas sencillas que son cruciales para la vida cotidiana y la independencia personal. Acciones como abrir una nevera, calentar alimentos en el microondas o comer de manera autónoma son ahora asequibles para él sin la necesidad de emplear sus manos. El propio Conley ha calificado este logro como «un paso más hacia la independencia», encapsulando el profundo impacto que esta tecnología tiene en su calidad de vida y su autoestima al recuperar el control de su entorno.

Neuralink, la compañía fundada por el magnate Elon Musk, compartió la noticia sobre las nuevas destrezas de Conley mediante una publicación en redes sociales. El mensaje de la empresa destacaba que Alex, como el primer usuario en controlar un brazo robótico solo con la mente a través de su dispositivo, ha «allanado el camino para la creación de interfaces cerebro-ordenador que restablecen la autonomía tanto en el mundo digital como en el físico». Esta declaración subraya la visión de la compañía de extender la tecnología ICC más allá de la asistencia física directa.
El Instituto Neurológico Barrow también emitió un comunicado, confirmando que Alex Conley fue el segundo paciente en recibir el implante N1 de Neuralink en sus instalaciones. La institución informó que Conley, ahora también inscrito en el estudio CONVOY, es el primero en utilizar la Interfaz Cerebro-Computadora (ICC) para ejercer control directo sobre un brazo robótico. La colaboración entre la tecnología de punta de Neuralink y la experiencia neuroquirúrgica del Instituto Barrow ha sido fundamental para alcanzar este resultado que transforma la vida del paciente.
El control de un brazo robótico por el pensamiento es posible gracias a que el implante N1 registra la actividad neuronal generada cuando Conley intenta o imagina realizar un movimiento. Esta señal cerebral es decodificada por el sistema de Neuralink y traducida en comandos que dirigen los motores del brazo robótico. Este proceso, que ocurre casi en tiempo real, permite al paciente interactuar con su entorno físico de una manera que antes era imposible, demostrando el potencial de las neuroprótesis avanzadas.

Retos Éticos y el Acceso Universal a la Neurotecnología
Si bien el logro de Neuralink y Alex Conley es un triunfo tecnológico indiscutible y una fuente de esperanza para millones de personas con parálisis, es imperativo abordar este avance con una perspectiva crítica y constructiva, manteniendo un tono de neutralidad. El alto costo de la tecnología y el procedimiento neuroquirúrgico limitan inevitablemente su disponibilidad a una fracción muy pequeña de la población que la necesita, creando una brecha potencial en la equidad sanitaria.






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