
25-Septiembre-2025.-.El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, tomó una ruta aérea poco habitual en su viaje hacia Estados Unidos, aparentemente para evitar el espacio aéreo de países europeos que podrían ejecutar una orden de arresto emitida en su contra por presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad.
El avión partió la noche del miércoles desde Tel Aviv con destino a Nueva York, donde Netanyahu participará en la Asamblea General de la ONU y sostendrá un encuentro con el presidente estadounidense, Donald Trump. De acuerdo con portales de rastreo aéreo como FlightRadar24, la aeronave rodeó gran parte de Europa, sobrevolando principalmente el mar Mediterráneo y el estrecho de Gibraltar, con pasos breves por Grecia e Italia, pero evitando por completo Francia y España, lo que prolongó la duración del vuelo.
Aunque la Oficina del Primer Ministro no ha explicado oficialmente el motivo de esta decisión, versiones periodísticas apuntan a que la ruta pudo estar relacionada con la orden de la Corte Penal Internacional (CPI), que desde noviembre pasado acusa a Netanyahu de crímenes de guerra. Si su aeronave hubiera ingresado en el espacio aéreo de países europeos miembros de la CPI, estos estarían obligados a detenerlo.
El Jerusalem Post reveló además que parte del equipo de prensa y funcionarios israelíes no acompañaron al mandatario, en lo que el gobierno calificó como “ajustes técnicos”, aunque medios locales lo atribuyen al combustible adicional requerido por la trayectoria más larga.
Una fuente diplomática francesa confirmó que Israel había solicitado permiso para sobrevolar el espacio aéreo francés, pero finalmente desistió sin que París recibiera explicación del cambio. En su último viaje a Estados Unidos en julio, Netanyahu sí transitó por Grecia, Italia y Francia sin inconvenientes.
La situación ha generado expectación internacional, ya que tanto Israel como Estados Unidos no forman parte de la CPI, lo que impide que la orden de arresto pueda ejecutarse dentro de sus territorios. Sin embargo, el riesgo se mantiene en países europeos que sí han ratificado el tratado del tribunal con sede en La Haya.