15 DE OCTUBRE DEL 2025 – LOCAL. La Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) de Quintana Roo ha intensificado su ofensiva para hacer cumplir la ley que prohíbe los plásticos de un solo uso en la entidad, poniendo en alerta a miles de establecimientos. El titular de la PPA, Alonso Fernández Lemmen, informó que se han iniciado cerca de 1,500 procesos administrativos contra diversos negocios en todo el estado por seguir utilizando materiales desechables prohibidos. Esta prohibición de plásticos busca consolidar la imagen ambiental del destino.
Fernández Lemmen explicó que estos más de mil 500 expedientes se encuentran actualmente abiertos, lo que otorga a los negocios un «periodo de gracia» o regularización. Los establecimientos tienen hasta el mes de diciembre para eliminar por completo los insumos de plásticos de un solo uso de sus operaciones diarias. El mensaje de la autoridad es claro: o se adaptan a la normativa, o enfrentarán graves consecuencias legales.

El cumplimiento de la ley no es una opción, y las multas por desacato serán severas. El titular de la PPA anticipó que, de no acatar la normativa y seguir utilizando plásticos desechables, los negocios se enfrentarán a sanciones económicas que podrían superar el medio millón de pesos. Este monto busca ser un disuasivo lo suficientemente fuerte para que el sector empresarial adopte prácticas más responsables y sostenibles.
El Plazo Fatal y la Presión por el Cambio Ambiental
El periodo de revisiones y gracia concluirá formalmente al cierre de este año, sin prórroga. Una vez finalizado el mes de diciembre, la PPA dejará de lado las advertencias y comenzará a aplicar las sanciones económicas correspondientes a todos aquellos que no hayan logrado regularizarse o sigan utilizando los desechables de un solo uso. El funcionario destacó que este proceso incluye a grandes establecimientos y cadenas comerciales, demostrando que la ley aplica para todos por igual.
Esta medida contra plásticos busca consolidar el compromiso ambiental de Quintana Roo, presionando fuertemente al sector empresarial. El objetivo es que se adopten prácticas más sostenibles y se eliminen definitivamente de sus operaciones los plásticos de un solo uso, como popotes, vasos, platos, cubiertos y charolas desechables, así como los productos hechos de poliestireno expandido o unicel, que tanto daño causan al ecosistema.

La Urgencia Ambiental que Demanda el Cumplimiento de la Ley
La Ley para la Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de los Residuos, que prohíbe los plásticos desechables, fue aprobada en 2019, pero su aplicación efectiva ha enfrentado grandes desafíos. Organizaciones ambientalistas, como Ocean Conservancy, han hecho un llamado urgente, pues, a pesar de la ley, han documentado que los residuos de plásticos de un solo uso representan cerca del 60% de los desechos recolectados en las jornadas de limpieza de playas. Este alarmante dato subraya la urgencia de estas 1,500 revisiones administrativas, ya que el fracaso en la aplicación de la prohibición de plásticos pone en peligro directo los ecosistemas costeros y marinos que son el principal atractivo turístico del estado.