Ciudad de México, 26 octubre de 2023.- El Museo de Memoria y Tolerancia (Myt) inauguró este miércoles un altar en honor a las víctimas de suicidio en un país en el que es la segunda causa de muerte en la población de entre 15 y 29 años.
«La salud mental es algo que se tiene que atender, se tiene que voltear a ver, puede evitar muchas muertes» dijo a EFE Linda Atach, directora de exposiciones del museo.
En vísperas del Día de Muertos, como cada año desde 2010, el museo inauguró este altar que mantiene viva la tradición mexicana de colocar este tipo de ofrendas como forma de recordar y honrar la vida de las personas fallecidas.
Después de haber dedicado el altar a las víctimas de feminicidio infantil, a las personas desaparecidas, a los periodistas asesinados o a las víctimas de covid-19, el museo decidió poner la mirada sobre el suicidio, titulando al altar «Suicidio, el abismo del dolor».
Fue después del suicidio de la hermana de una colaboradora del museo, Faryde Lara, investigadora, artista visual y presidenta operativa de SAK Fundación, que decidieron adentrarse en este tema este año.
«Fuimos testigos de su sufrimiento y su dolor (de Faryde Lara). Era un tema que definitivamente nosotros queríamos tratar, pero después de que sucede esto con más razón. Verlo de cerca es otra cosa aunque no debería ser así», compartió Atach, quien recordó que, en el mundo, se suicida una persona cada 40 segundos.
Con el altar, colocado junto a la entrada al museo, ubicado en el Centro Histórico y que estará abierto al público hasta el 12 de noviembre, el Myt no pretende únicamente recordar a las víctimas, sino también recordar la importancia de la salud mental y exonerar a los allegados de la culpa.
«Es mucho tener en la mira este problema porque teniéndolo en la mira se le va a dar solución», estableció la directora de exposiciones, quien añadió que en un país como México, donde la familia es el punto angular de la dinámica de la vida, la familia se adhiere a los problemas del otro y adquiere responsabilidad sobre ellos.
Los familiares y amigos cercanos, dijo, se sienten muy culpables pero, «entendiendo mejor y platicando te das cuenta de que cada ser es responsable de sus propias acciones, de su propio sentimiento y de la manera en cómo se maneja en términos sensibles y emocionales».
«Aquí lo que estamos fomentando es la atención a la salud mental, ese yo creo que es uno de los grandes objetivos de este proyecto», terminó Atach.