
18 DE JULIO-Durante su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dejó clara su postura: México no respalda la construcción del muro fronterizo impulsado por el expresidente Donald Trump. Señaló que una frontera segura se puede lograr sin levantar barreras físicas, sino con cooperación y coordinación entre ambos países. “No estamos de acuerdo con el muro”, declaró la mandataria, recordando que esta medida fue una decisión unilateral del gobierno estadounidense.
Sheinbaum reiteró que lo que busca México es fortalecer la cooperación para el desarrollo y garantizar el respeto hacia los mexicanos que viven en Estados Unidos. Aseguró que el Gobierno de México no ha contribuido, ni contribuirá, en la construcción de ese muro, y reafirmó el compromiso de mantener una política exterior basada en el respeto y los derechos humanos.
Del lado estadounidense, el expresidente Trump celebró recientemente la aprobación de un presupuesto récord en materia de migración y seguridad fronteriza. El paquete incluye 170 mil millones de dólares destinados al reforzamiento de la frontera, la ampliación de centros de detención y el fortalecimiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Aseguró que con estas medidas, la migración irregular ha sido reducida a “cero”, aunque no presentó evidencia que sustente esa afirmación.

Ante este panorama, analistas en relaciones bilaterales advierten que el aumento del presupuesto en seguridad fronteriza podría agudizar las tensiones diplomáticas entre ambos países. Aunque Trump ya no está en funciones, sus propuestas siguen marcando el rumbo de la política migratoria republicana, y no se descarta que si regresa al poder, intente reinstalar estas medidas de forma más agresiva.
Vale destacar que informes de organizaciones de derechos humanos han documentado que, lejos de frenar la migración, la construcción de muros fronterizos solo ha desplazado las rutas migratorias hacia zonas más peligrosas, incrementando los riesgos de muerte o desaparición de migrantes. También se ha evidenciado que muchas de estas estructuras provocan impactos ambientales negativos, sobre todo en áreas naturales protegidas en la frontera sur de Estados Unidos.
A pesar de los desafíos, la presidenta Sheinbaum ha apostado por mantener un diálogo constante con Washington. La postura mexicana se mantiene firme en priorizar la cooperación, sin someterse a decisiones unilaterales que atenten contra los derechos de sus ciudadanos en el extranjero. “Nuestra frontera puede ser segura sin necesidad de muros”, reiteró.
