
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, en inglés) realizó este viernes una serie de redadas migratorias en Los Ángeles con agentes armados, lo que generó fuertes encuentros con activistas y miembros de la comunidad que trataron de evitar las detenciones.
Al menos tres grandes operativos migratorios fueron reportados por los defensores de los inmigrantes en localidades eminentemente hispanas del centro de la ciudad.
“Alerta la migra está por todos Los Ángeles este viernes”, advertían por mensajes de texto que se distribuyeron entre la comunidad.
Dos de las redadas se realizaron en negocios del Distrito de la Moda, donde se realizaron los arrestos de por lo menos dos docenas de trabajadores, según reportaron activistas que presionaban a los agentes para evitar el operativo.
Al menos un manifestante cayó al suelo al intentar impedir que una camioneta de las fuerzas del orden se llevara a los detenidos, según mostraron las imágenes aéreas de la televisora KTLA.
El operativo estuvo apoyado por agentes vestidos con uniformes camuflados y vehículos blindados, que utilizaron gases para dispersar a los manifestantes.
El FBI confirmó en un comunicado la participación de su personal en las redadas migratorias. También se observaron agentes portando identificación de la DEA.
“Lo que estamos viendo es un ataque coordinado armado y terrorista, y no estoy exagerando con los calificativos porque esto lo que pretende es crear terror al arrestar trabajadores”, dijo Ron Góchez, director de Unión del Barrio, un colectivo que se ha dedicado a alertar sobre los operativos de ICE.
Redadas de inmigración desde las primeras horas
Las redadas comenzaron a las siete de la mañana con el arresto de varios jornaleros, que buscaban trabajo en una conocida tienda de materiales de construcción en el área de Westlake, un área eminentemente centroamericana y mexicana.
Además, hubo reportes de operativos cerca de varias escuelas en Los Ángeles. “Los padres recibieron avisos sobre posibles actividades de los agentes migratorios cerca de los centros educativos y tuvimos que salir a vigilar”, informó Góchez.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, dijo en un comunicado que está “profundamente indignada” por los operativos.
“Estas tácticas siembran el terror en nuestras comunidades y perturban los principios básicos de seguridad en nuestra ciudad. No toleraremos esto”, agregó la demócrata, que dijo estar en contacto con las organizaciones defensoras de los inmigrantes para apoyar a la comunidad afectada.
Sin embargo, la ciudad ya enfrenta críticas por la presencia de agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en al menos uno de los lugares donde ocurrieron los arrestos. “Esto es una traición a la comunidad que dicen proteger”, subrayó Góchez, que recordó que las leyes de California limitan la colaboración de las fuerzas locales con ICE.
En respuesta, el jefe del LAPD, Jim McDonnell, declaró que el departamento no participará “en ningún tipo de deportaciones masivas” ni intentará determinar el estatus migratorio de ninguna persona.
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Una manifestación está convocada para la noche de este viernes frente a la cárcel de inmigración en el centro de Los Ángeles a pocos metros de la sede de la Alcaldía.
Varios miembros de la comunidad se habían congregado en las calles aledañas a donde sucedieron los arrestos y se dirigían hasta el lugar de la convocatoria.
La meta de tres mil arrestos
Este es el operativo simultáneo más grande ocurrido en Los Ángeles tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca con una promesa de deportaciones masivas.
En las últimas semanas, la administración republicana ha hecho varios cambios en ICE para presionar por más arrestos. El Ejecutivo estadounidense tiene como objetivo realizar al menos 3 mil arrestos al día, pero las detenciones de trabajadores que no suponen un riesgo a la comunidad han comenzado a generar gran rechazo.
El viernes pasado, los comensales de un conocido restaurante en la ciudad de San Diego (California) se enfrentaron con los agentes armados de ICE que llegaron al lugar para arrestar a tres trabajadores, y lanzaron gases a la muchedumbre que protestaba por su presencia.
Asociaciones de padres y maestros de escuelas también se han sumado a las críticas a la Casa Blanca por los arrestos de estudiantes, como es el caso de Mártir García Lara, de 9 años, detenido junto con su padre, Mártir García-Banegas, de 50 años, tras presentarse en una corte de inmigración de Los Ángeles la semana pasada.
Con información de EFE.
Es preocupante ver cómo se están llevando a cabo estas redadas. La gente debería poder vivir sin miedo a ser detenida solo por su situación migratoria. Es un tema muy delicado y las familias no deberían ser separadas de esa manera.