
Los Cerveceros de Milwaukee aceptan el desafío más difícil hasta ahora de esta postemporada: recuperarse después de estar abajo 0‑2 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Su manager, Pat Murphy, lo dejó claro: “Dicen que es improbable, pero nosotros improbables somos como equipo”. Esa convicción marca el tono para lo que podría ser una remontada épica.
Aunque sus posibilidades se ven cuesta arriba, Milwaukee basa su esperanza en una combinación de resiliencia y verdadero talento. Si bien su ofensiva ha estado apagada frente a lanzadores como Blake Snell y Yoshinobu Yamamoto —tan solo ocho carreras en sus últimos cinco juegos—, su pitcheo ha resistido con aceptable desempeño. En ese sentido, no todo está perdido.
Un ataque que debe despertar
Para tornar la serie a su favor, Milwaukee necesita que sus bateadores vuelvan a ser esa fuerza que encabezó la temporada regular. En los primeros partidos enfrentaron dominantes pitcheos y poco pudieron hacer al respecto. Sin embargo, se espera que jugadores de poder en su alineación descadenen rallies importantes. El despertar ofensivo es clave, porque incluso con buen pitcheo, sin carreras no hay triunfo.
Confianza desde la rotación
El staff monticular ha permitido un promedio de 3.6 carreras por juego en los últimos cinco compromisos, lo que coloca al cuerpo de lanzadores como una ventaja si puede mantener ese nivel bajo presión. José Quintana lo resumió bien cuando dijo que “necesitamos mostrar un béisbol muy bueno y ganar un juego a la vez”. Esa mentalidad de enfoque día a día puede marcar la diferencia.
Milwaukee, que tuvo el mejor récord de Grandes Ligas en temporada regular, ha sobrellevado varios altibajos durante el año. Esa experiencia –y una fibra mental que ha sido ensayada– podría ser su baza más valiosa ahora que la serie está en su punto más crítico. El reto de ganarle a unos Dodgers fuertes —con Tyler Glasnow y Shohei Ohtani listos para lanzar— en su casa se ve gigantesco, pero es una prueba que los Cerveceros parecen dispuestos a enfrentar.
A cinco partidos por jugarse, los Cerveceros tienen que ganar cuatro. Es una misión tallada con dificultad, pero no imposibles. En su momento más adverso, el equipo no opta por excusas, sino por acción y convicción. Si logra encender su ofensiva y mantener el buen trabajo del pitcheo, la serie puede dar un vuelco inesperado.
un análisis comparativo revela que solo 12 equipos en la historia de la MLB han remontado un déficit 0‑2 contra casa rival en una serie de siete juegos, y de esos, apenas cuatro lo han hecho en la Serie de Campeonato. Si Milwaukee logra dar ese paso, no solo hará historia para su franquicia, sino que también se sumaría a un grupo muy reducido de equipos que han volteado esa dificultad en un escenario tan dramático.