
Miley Cyrus ha reflexionado recientemente sobre su salto artístico tras dejar Disney, asegurando que fue la “primera en ser cancelada”. La cantante recuerda su época como Hannah Montana como un tiempo en que el público tenía expectativas muy rígidas, y cualquier cambio la convertía en blanco de duras críticas. Ahora, tras años de transformaciones personales y artísticas, ella ve esa reacción como un parteaguas no solo en su vida, sino en cómo se vive la cultura del escrutinio público.
Al cambiar su imagen con álbumes como Can’t Be Tamed y Bangerz, Miley no solo buscaba evolucionar como artista, sino liberarse de la identidad impuesta por su papel adolescente. Este giro incluyó performances controversiales, vestuarios provocadores y una estética que muchos vieron como choque cultural. Más allá del “escándalo”, Cyrus señala que esas reacciones revelan algo más profundo: criterios muy estrictos sobre cómo debe comportarse una mujer pública.
En una entrevista para CBS Sunday Morning, Miley habló sinceramente sobre lo que significó esa etapa para ella. Comentó que en su juventud disfrutó muchos aspectos de dejar Disney, pero con el tiempo comprendió lo “brutal” que fue el juicio constante: la presión de cambiar para encajar, la vergüenza que sentía por lo que se pensaba de ella y la idea de que “si no piensas como ellos, te cancelan”.
Esa crítica temprana, según Cyrus, fue más que un simple tropiezo; fue el inicio de algo que hoy muchos reconocen como cultura de la cancelación. La cantante confiesa que perdió amistades, sufrió ataques personales, y cargó con la vergüenza no por lo que ella hizo, sino por lo que la gente pensaba de ella. Esa experiencia la marcó, pero también la fortaleció al reconocer lo injusto de juzgar a una persona por transformarse.
A pesar de las polémicas, Miley Cyrus ha seguido adelante, construyendo una carrera que desafía expectativas y convenciones. Su más reciente éxito, el sencillo “Flowers” y los premios que ha recibido, sirvieron para demostrar que la evolución artística puede triunfar incluso en medio de controversias profundas.