
10 NOVIEMBRE 2025-NACIONAL-México ha logrado decomisar casi 200 por ciento más armas de fuego en la frontera con Estados Unidos que la propia Patrulla Fronteriza (CBP), según cifras oficiales. El resultado se deriva del Operativo Frontera, iniciado el 5 de febrero pasado, con el cual las fuerzas mexicanas aseguraron cinco mil 934 armas hasta septiembre, frente a dos mil 70 confiscadas por las autoridades estadounidenses en el mismo periodo.
Además, las fuerzas mexicanas aseguraron más de un millón de cargadores, mientras que la CBP apenas registró el decomiso de dos mil piezas de armas y municiones. La diferencia ha reavivado el debate sobre el tráfico de armas que fluye desde Estados Unidos hacia México, un problema que las autoridades mexicanas han denunciado reiteradamente por su papel en el fortalecimiento de grupos criminales.

El tráfico de armas fortalece al crimen organizado
De acuerdo con el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) de Estados Unidos, el 85 por ciento de las armas recuperadas en escenas del crimen en México provienen de territorio estadounidense, principalmente de los estados fronterizos de Texas, Arizona y California. Se trata de rifles de asalto, ametralladoras y fusiles de alto poder, entre ellos AR-15, AK-47 y Barrett .50, utilizados por los cárteles para enfrentar a las fuerzas de seguridad mexicanas.
Un estudio del Centro para el Progreso Americano señala que estas armas son empleadas por organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ambos clasificados como organizaciones terroristas por Estados Unidos desde febrero de 2025. Estos grupos, además de traficar armamento, están implicados en el contrabando de fentanilo, lo que agrava la crisis de seguridad y salud pública en ambos países.
Redes criminales y fabricación ilegal
Las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) mexicana han revelado que los llamados “Chapitos”, liderados por Iván Archivaldo Guzmán Salazar, operaban una célula dedicada al tráfico de armas entre Sonora y Arizona. Según la acusación, esta organización compraba armas en Estados Unidos, las desarmaba, clonaba sus piezas y las fabricaba de manera ilícita en talleres clandestinos en México.

La estructura criminal estaba compuesta por al menos 20 personas, muchas de ellas reclutadas para adquirir las armas en portales de internet y enviarlas a domicilios particulares en el sur de Arizona. Posteriormente, los grupos las introducían a México por pasos fronterizos en Nogales y Tucson, burlando los controles aduanales. Este modus operandi se ha convertido en una de las principales rutas del tráfico de armas hacia el país.
México responsabiliza a Estados Unidos por el flujo de armas
Durante una conferencia en enero, la entonces presidenta Claudia Sheinbaum atribuyó a Estados Unidos la responsabilidad del 75 por ciento de las armas incautadas en México. La mandataria urgió a reforzar la cooperación bilateral para frenar el tráfico y reducir los homicidios vinculados con armas de fuego, que en 2023 sumaron más de 21 mil según el Inegi.

En respuesta, ambos gobiernos acordaron en febrero de 2025 la implementación del Operativo Frontera Norte, en el cual México desplegó 10 mil elementos de la Guardia Nacional a cambio de fortalecer las acciones conjuntas contra el tráfico de armamento y fentanilo. Este acuerdo derivó en la creación de la iniciativa Mission Firewall, presentada en septiembre del mismo año como una estrategia binacional para rastrear armas y desmantelar redes delictivas.







