
CIUDAD DE MEXICO.— México ha puesto en marcha toda su maquinaria diplomática para intentar frenar la propuesta del presidente Donald Trump que aspira a gravar todas las remesas que envían los migrantes desde Estados Unidos, una medida que perjudicaría a más de 40 millones de personas y tendría serios efectos en la economía mexicana y de otros países.
Según explicó ayer jueves la presidenta Claudia Sheinbaum, la Secretaría de Relaciones Exteriores está en gestiones con legisladores estadounidenses y con representantes de otros países afectados por la medida para sumar esfuerzos.
Mientras, el secretario de Hacienda busca comunicarse con el secretario del Tesoro estadounidense para advertir que se trata de una iniciativa contraria las propias leyes estadounidenses.
“Es una medida inaceptable”, subrayó la mandataria durante su conferencia matutina diaria. “No estamos de acuerdo. Es incluso en Estados Unidos inconstitucional, porque se cobraría doble impuesto, porque las y los mexicanos que viven en Estados Unidos ya pagan impuesto”.
Los republicanos de la Cámara de Representantes han incluido en el proyecto de ley prioritario de la Casa Blanca un impuesto especial del 5% sobre las transferencias de remesas, algo que afectaría incluso a los migrantes con permisos de residencia permanente y a los titulares de visas de no inmigrante, como las de tipo H-1B, H-2A y H-2B, aunque Trump anunció que lo que quería era “acabar con las remesas” enviadas por personas que están en Estados Unidos sin autorización.
Claudia Sheinbaum también está solicitando al Senado que envíen a una delegación con el mismo objetivo ya que todos los partidos políticos han mostrado su rechazo a la iniciativa estadounidense.
“Nuestro objetivo es que… no pasen los impuestos a las remesas”, pero si llega a aprobarse la iniciativa “nos vamos a movilizar”, agregó la mandataria.
México recibió en 2024 una cifra récord de más de 64,700 millones de dólares en remesas, principalmente de sus migrantes en Estados Unidos, según el Banco de México.
Pero no es sólo México. De acuerdo con las cifras del Banco Mundial, las remesas enviadas a los países de origen de los migrantes que están en Estados Unidos fueron de unos 656,000 millones de dólares en 2023, equivalente al Producto Interno Bruto (PIB) de Bélgica.
Es bueno ver que México está tomando acciones para defender a sus ciudadanos ante nuevos impuestos que podrían afectar sus finanzas. Las remesas son una fuente vital de ingresos para muchas familias, así que es importante que se protejan. Sin embargo, también me pregunto si estas acciones diplomáticas serán suficientes o solo quedarán en palabras. Se necesita un enfoque más firme para asegurar que no se ponga en riesgo el bienestar de la gente.
Es genial ver que las remesas están aumentando tanto, eso significa que muchas familias están recibiendo apoyo. Sin embargo, me preocupa que el gobierno tenga que hacer diplomacia para evitar un nuevo impuesto. En lugar de enfocarse en eso, deberían buscar maneras de mejorar la economía local y hacer que la gente no dependa tanto de lo que envían sus familiares desde el extranjero.
Es bueno ver que México está tomando medidas para proteger a sus ciudadanos que dependen de las remesas. La verdad es que muchos en el país viven de ese dinero que envían sus familiares desde el extranjero. Sin embargo, me pregunto si realmente se están haciendo lo suficiente para que el proceso sea más justo y menos complicado. Hay que estar atentos a cómo se desarrollan las cosas y si estas acciones realmente benefician a la gente.