
La presidenta Claudia Sheinbaum resaltó las palabras del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, quien reconoció el esfuerzo de México por implementar políticas económicas con un enfoque social distinto al tradicional. Según Sheinbaum, este modelo, denominado humanismo mexicano, continuará posicionando al país como un ejemplo internacional de que el crecimiento económico puede ir de la mano con el bienestar de las personas.
Reconocimiento internacional al humanismo mexicano
Sheinbaum subrayó que el reconocimiento de Stiglitz no solo es un elogio al gobierno actual, sino una validación de que se puede construir una economía enfocada en la gente. “Nos motiva a seguir trabajando en este modelo que busca reducir desigualdades y garantizar que el desarrollo llegue a todas las familias mexicanas”, expresó.
El Nobel estadounidense destacó que México ha sido capaz de aplicar políticas que priorizan el bienestar colectivo por encima de los intereses puramente financieros, algo que, según él, representa un cambio relevante en el panorama económico mundial. Estas declaraciones cobran fuerza en un contexto donde varios países enfrentan crisis derivadas de políticas que descuidaron la distribución justa de la riqueza.
Desafíos del modelo económico actual
Sin embargo, más allá del reconocimiento internacional, especialistas advierten que el modelo de humanismo mexicano aún enfrenta grandes retos. El combate a la pobreza, la reducción de la desigualdad y el impulso a sectores productivos continúan siendo desafíos urgentes que requieren estrategias sólidas para sostenerse a largo plazo. La crítica constructiva de expertos apunta a que es necesario mantener un balance entre el gasto social y la generación de empleos de calidad que fortalezcan el desarrollo del país.

Es importante destacar que Stiglitz, uno de los economistas más influyentes del mundo, ha sido un crítico de los modelos neoliberales y defensor de políticas que prioricen el bienestar común. En este sentido, sus elogios a México podrían abrir puertas a nuevos debates internacionales sobre cómo lograr un crecimiento más justo y sostenible. Incluso, diversos analistas sugieren que este respaldo podría impulsar mayores colaboraciones académicas y de asesoría internacional para perfeccionar el modelo económico mexicano.
Finalmente, Sheinbaum aseguró que el país seguirá trabajando para que los logros económicos no se midan únicamente en cifras macroeconómicas, sino en la calidad de vida de los ciudadanos. Con ello, el humanismo mexicano busca consolidarse no solo como una política interna, sino como una propuesta que otros países puedan replicar en el futuro.