
Migrantes mexicanos residentes en Estados Unidos, Canadá y Europa han elevado sus demandas para que sus derechos políticos sean reconocidos de manera plena y efectiva. Durante foros y encuentros con legisladores, señalaron que, aunque ya pueden participar en ciertas elecciones federales, enfrentan obstáculos técnicos, legales y logísticos que limitan su participación, desde problemas con el registro hasta la falta de infraestructura para el voto postal y electrónico. Exigen poder votar y postularse a cargos de representación popular sin trabas ni exclusiones.
Uno de los principales reclamos de la diáspora es la claridad y legitimidad de las candidaturas para migrantes. Señalan que los diputados migrantes existentes a menudo carecen de un vínculo sólido con las comunidades en el exterior y que, en ocasiones, sus acciones no generan impacto real en la vida de los migrantes. Por ello, demandan que los representantes sean elegidos mediante procesos transparentes y con responsabilidades claras, que reflejen las necesidades de quienes viven fuera del país y que puedan incidir en políticas públicas efectivas.
Además, los migrantes exigen la modernización del proceso de sufragio desde el extranjero. Proponen sistemas confiables de voto electrónico y postal, simplificación del registro, capacitación para quienes manejan la logística electoral y garantías de acceso sin importar la ubicación o el estatus migratorio. Argumentan que estas medidas no solo fortalecerían la democracia mexicana, sino que permitirían una participación más amplia y representativa de los millones de mexicanos que viven fuera de sus comunidades de origen.
En el plano legislativo, se han planteado reformas para crear una circunscripción electoral extraterritorial que permita elegir directamente a representantes de la comunidad migrante. Además, se busca garantizar la paridad de género y abrir espacios para candidaturas independientes. Los activistas subrayan que estas iniciativas deben ir acompañadas de medidas concretas para que los diputados migrantes tengan influencia real en la formulación de leyes y programas destinados a proteger y promover los derechos de quienes viven en el extranjero.
El debate sobre la participación política de los migrantes también refleja la importancia económica y social de esta comunidad. Millones de mexicanos en el exterior envían remesas que representan una parte significativa del Producto Interno Bruto y contribuyen al sustento de millones de familias. Los migrantes argumentan que esta aportación económica debe reflejarse en su inclusión política, asegurando que sus intereses, preocupaciones y necesidades sean considerados en decisiones clave que afectan tanto a su vida en el extranjero como a su relación con México.









