¿Recuerdan cómo conocieron a Metallica En mi caso –considerando que tengo prácticamente 30 años–, me tocó en la adolescencia encontrar un disco compilatorio de ‘rock pesado’ de esos que de repente se vendían en los tianguis (cortesía de Shark DJ, jajaja). En ese CD venían “I Disappear” y “Enter Sandman”, si no mal recuerdo.
Eventualmente, ya con la magia del internet a mi favor y con la guía de algunos conocidos especializados en el tema metalero, me adentré más en la banda. Encontré sus discos de los años 80, casi a la par de que “One” aparecía en el Guitar Hero… Y entonces, todo fue como “¡Ay, cabr… esto no se parece en nada a lo primero que escuché de ellos en la vida”.
Y en ese sentido, debo aclarar algo: no me considero un fan from hell de Metallica. Pero ciertamente, le tengo un respeto y admiración profunda a la banda por todo lo que significan dentro de la historia del metal y de la música en general; por lo increíbles que son sus discos (más que nada los ochenteros y el Black Album), y porque les debo algo de nostalgia de esos años en los que empezaba a enamorarme de la música.
Así que me emocionaba mucho la idea de poder cubrir el primero de sus cuatro conciertos en el Estadio GNP Seguros de la CDMX, esto como parte de la gira del disco 72 Seasons. Y qué gran experiencia, sin duda.
El primer concierto de Metallica en el Estadio GNP Seguros
No sabía qué esperar y creo que eso es algo bueno. Esa parte del factor sorpresa funciona de maravilla, e incluso Metallica lo entiende bien con esta iniciativa de tocar setlists diferentes en cada concierto de esta gira. Además, me limité a no ver las famosas entradas de la web Setlist.fm.
Y llegó el día… Tengo que decir también que no soy nada fan de Greta Van Fleet, así que me ahorré la prisa de entrar temprano al Estadio GNP Seguros. Eso sí, desde afuera del venue su escuchaba la presentación y he de admitir que la banda de los hermanos Kiszka suena muy bien en vivo.
Pero bueno, dieron las 9 de la noche y ya era turno de ver a la icónica banda de San Francisco… que no salió puntual dicho sea de paso. No importó porque en esos minutos de retraso, había este lindo ambiente en todo el lugar con la gente haciendo la ola y hasta abucheándose porque a un sector del estadio le valió madre unirse a la dinámica por un rato. Pero nada tenso; mucha fiesta.
Para ir animando más la cosa, el sonido local puso “It’s a Long Way to the Top” de AC/DC para que la gente se parara… y así, seguidito, vino “The Ecstasy Of Gold”, esa pieza orquestal de Ennio Morricone que es el aviso de que Metallica –por fin– iba a salir al escenario.
Las grandes ausentes de la noche fueron “One” y “Enter Sandman”, que uno supondría son ‘canciones de cajón’ independientemente de las variaciones de los setlist. Pero qué importa eso cuando la banda te avienta de un trancazo y desde el inicio tres bombas como “Creeping Death”, “Harvester Of Sorrow” y “Leper Messiah”. Las viejitas pero bonitas.
“Amigos, hermanas y hermanos. Hoy es la primera noche de la invasión de Metallica a la CDMX y me alegra que estén aquí”, dijo James Hetfield que por ahí lució una playera que decía “soy familia”. No es nada fortuito eso porque, ya saben, la banda realmente ha hecho de México uno de sus destinos más importantes, entre filmaciones, conciertos masivos y demás.
La energía de Metallica sigue intacta, con todo y sus añitos
Recuerdo haber visto algunos análisis musicales y reseñas del disco 72 Seasons hace algún tiempo. Algunos dudaban sobre si Lars sería capaz de mantener el esfuerzo al máximo en composiciones más thrashers, sobre todo entendiendo que la edad no acaricia.
Pero lo que demostró Metallica en su primer concierto en el Estadio GNP, es que la energía sobra. Y justo, la prueba no solo estaba en los temas de inicio, sino en canciones como la homónima del nuevo disco que es bastante acelerada.
Ulrich se seca el sudor, hace sus clásicas muecas y no deja de dirigirse a la gente en el Snake Pit con un “come on, come on!” para prender a todos en el concierto en el Estadio GNP. Mis respetos para Lars.
Y los mismos respetos también van para James Hetfield, que en vivo suena mejor de lo que los discos más recientes de la banda nos muestran (un vocalista más melódico y menos rasposo/agresivo). El señor se avienta unos graves chulos y precisos en “Fight Fire with Fire” como si el tiempo en Metallica no hubiera pasado desde el Ride The Lightning.
Un momento random con Kirk Hammett y Robert Trujillo
“Ciudad de México, ¿se están divirtiendo? Es momento de que Lars y yo tomemos un descanso, pero se quedan con dos de mis personas favoritas del mundo“, dijo James Hetfield para dejarles el escenario a Kirk Hammett y Robert Trujillo.
“Hola, México. ¿Cómo están, carnales?”, decía entonces el buen Robert en español. “Kirk y yo tocaremos para ustedes y estamos nerviosos, pero ayúdenos a cantar esta canción”, pedía el bajista.
Y uno se pregunta, ¿qué podría tocar este par sin su guitarrista rítmico y su baterista Por supuesto que varias cosas… pero a nadie, estoy seguro, se le cruzaba la mente que seguiría un cover de “La Chona” de Los Tucanes de Tijuana. Muy random, pero muy entretenido.
De lo emotivo a lo explosivo
A Metallica también le sale lo emotivos, eh… Verlos tocar “Orion” para recordar a Cliff Burton es algo que puedes esperar, incluso en medio de la incertidumbre del setlist. Pero no deja de ser algo que te llega al cora, sobre todo cuando Hetfield manda un beso al cielo.
Y si a eso le agregas que sigue “Nothing Else Matters” con la gente en el estadio iluminando con sus lámparas del teléfono, pues es normal que te gane un poco el sentimiento. “Son hermosos, vean a todos los fans de Metallica… Somos muy afortunados”, decía James para luego dejarse de sentimentalismos y decir algo muy cierto: nos gusta a todos la música heavy.
Vinieron “Sad But True”, la ya mencionada “Fire Fight with Fire” y –literalmente– la explosión en el escenario con “Fuel”. Nos tocó grada para cubrir el concierto, pero se antojaba estar en la zona general del Estadio GNP porque a lo lejos se veía buena la fiesta entre mosh-pits, fans abrazados y saltando, y las pelotas gigantes que salieron de las torres-pantalla en “Seek and Destroy”.
Por ahí, hubiera estado bueno otra rolita del Kill ‘Em All (porque la neta “Seek & Destroy” no me gusta tanto), pero ni modo qué hacer. Sonará a cliché metalero, pero qué ganas me dieron de traer el cabello largo como en mis años de adolescente para headbangearle como se debe, jaja.
El concierto de Metallica en el Estadio GNP, cierre épico
Como dije antes, gran noche y gran experiencia la de ver en concierto a Metallica en el Estadio GNP. Y siendo bien honesto, creo que pocas veces he visto gente tan entregada a la banda que se presenta… Mis recuerdos más frescos en ese sentido, son con Paul McCartney hace un año.
Ver a la gente seguirle el paso a la banda con “Master Of Puppets”, fue casi tan épico como cuando vi al público cantar “Hey Jude” junto a Sir Paul. Sé que las comparaciones son odiosas, pero no se me ocurría otra forma de ejemplificarlo… y creo que sirve para mi propósito.
“Metallica ama a la Ciudad de México”, dijo Hetfield. “Muchas, muchas gracias, México”, agregó Kirk Hammett. “¡Viva México, cabrones!”, gritó Robert Trujillo. “Son hermosos… gracias por dejarnos tocar 4 noches aquí”, dijo Lars Ulrich para cerrar todo.
Y el niño que se encontró ese disco en un tianguis con canciones de Metallica, no se imaginaba ni tantito lo emocionante que sería ir a un concierto como este.
Setlist del primer concierto de Metallica en el Estadio GNP Seguros
Acá les dejamos el setlist del primer concierto de Metallica en el Estadio GNP Seguros. Pero recuerden: la lista de canciones varía en cada show, así que no esperen ver este mismo set íntegramente en las tres fechas venideras.