
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y exmandatario del país, Dmitri Medvédev, calificó de “inevitables” las consecuencias de las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump sobre una posible reanudación de pruebas nucleares. Según el político ruso, el simple hecho de que estos comentarios provengan de un jefe de Estado tiene un peso geopolítico que no puede ser ignorado.
Medvédev señaló que, aunque “probablemente ni el propio Trump sepa con precisión a qué se refería con pruebas nucleares”, Rusia no puede tomar esas palabras a la ligera. En consecuencia, advirtió que Moscú se verá obligada a evaluar la posibilidad de realizar ensayos nucleares a gran escala, poniendo fin a una moratoria que ha mantenido desde 1990.
Rusia reacciona ante el discurso de Trump
Las declaraciones del expresidente ruso se suman a la creciente preocupación en el Kremlin por el tono belicista de Washington. El ministro de Defensa, Andréi Beloúsov, pidió comenzar “de inmediato” los preparativos para pruebas nucleares, mientras que el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, apoyó la propuesta. Ambos coinciden en que si Rusia no actúa ahora, “perderá la capacidad de responder con rapidez” a posibles maniobras estadounidenses.
Por su parte, el presidente Vladímir Putin ordenó evaluar la viabilidad técnica y estratégica de reanudar las pruebas, destacando que Estados Unidos realizó recientemente un simulacro de ataque preventivo con misiles nucleares. Según las autoridades rusas, esta conducta demuestra un “patrón de provocaciones” que eleva el riesgo de una nueva carrera armamentista global.
Un escenario de tensión nuclear global
La última vez que Rusia efectuó pruebas de este tipo fue en 1990, mientras que Estados Unidos lo hizo en 1992. Desde entonces, ambos países mantenían una moratoria unilateral como símbolo de compromiso con la estabilidad estratégica. Sin embargo, las recientes declaraciones de Trump y la falta de diálogo entre las dos potencias están reavivando los temores de una crisis nuclear sin precedentes desde la Guerra Fría.








