PUERTO PRÍNCIPE (AP).— El líder de una pandilla que controla un puerto clave en la capital de Haití ha sido acusado de masacrar a personas mayores y líderes religiosos del vudú en su comunidad para vengar la muerte de su hijo, según el gobierno y organizaciones de derechos humanos, que estiman en más de 100 las víctimas.
Los reportes sobre el número de muertos en Puerto Príncipe pueden variar enormemente en un país donde tales asesinatos ocurren a menudo en áreas controladas por pandillas y en gran medida inaccesibles.
En un comunicado emitido ayer, el gobierno de Haití reconoció la masacre y dijo que más de 100 personas fueron asesinadas en el barrio de Cité Soleil. También prometió llevar ante la justicia a los responsables de “esta carnicería indescriptible”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó la violencia, que resultó en la muerte de “al menos 184 personas, incluyendo 127 hombres y mujeres mayores, entre el 6 y el 8 de diciembre en el barrio de Wharf Jérémie de Cité Soleil”, dijo el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.
Guterres instó a las autoridades haitianas a realizar una investigación exhaustiva y asegurar que los perpetradores sean llevados ante la justicia.
Grupos activistas haitianos también estimaron que más de 100 personas fueron asesinadas, con base en testimonios de residentes de la comunidad.
La Cooperativa para la Paz y el Desarrollo, un grupo local de derechos, dijo que su unidad de monitoreo encontró que alrededor de 20 personas mayores fueron asesinadas, pero señaló que residentes no identificados en la comunidad controlada por el líder pandillero Micanor Altès, también conocido como Monel Felix y Wa Mikanò, afirmaron que hubo más de 100 víctimas.