
22 SEPTIEMBRE 2025- NACIONAL-La marcha por Palestina en CDMX volvió a tomar fuerza este fin de semana con cientos de manifestantes que caminaron desde el Ángel de la Independencia hasta la Plaza Palestina Libre, ubicada a un costado de la Alameda Central. Los asistentes reafirmaron su postura en defensa de los derechos humanos y señalaron que la violencia y la hambruna que vive la población palestina no pueden seguir siendo ignoradas por el gobierno mexicano.
Exigen romper relaciones entre México e Israel
El principal reclamo de la marcha por Palestina en CDMX fue el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre México e Israel. Armando Soto, integrante de la organización Mexicanos Unidos, aseguró que la ruptura no debería limitarse a lo comercial, sino abarcar también los ámbitos culturales y académicos. Según señaló, México necesita fijar una postura clara frente a lo que califican como un genocidio.
Los manifestantes ondearon banderas palestinas y corearon consignas como “No es una guerra, es genocidio” y “Los niños de Gaza no son una amenaza”. En el contingente destacó la presencia de Khalil El Souri, un libanés de padre palestino, quien relató las dificultades que ha enfrentado para rehacer su vida fuera de Medio Oriente. A pesar de conseguir refugio en México, aseguró que seguirá alzando la voz por la libertad del pueblo palestino.

El testimonio de Khalil reveló que su salida de Líbano lo llevó primero a Venezuela y luego a atravesar la Selva de Darién antes de llegar a México. Este tipo de historias reflejan cómo la crisis palestina tiene repercusiones que alcanzan a la diáspora y obligan a miles a buscar nuevas oportunidades en otros países. Su participación en la marcha recordó que el conflicto no solo afecta a quienes viven en Gaza, sino a comunidades enteras desplazadas por la violencia.
Durante la movilización, los activistas exigieron también un alto al fuego inmediato y la apertura para que la ayuda humanitaria llegue sin restricciones a Gaza. Una de sus demandas más concretas fue detener el boicot contra la flotilla de 42 barcos que busca llevar insumos básicos a la población afectada. Los organizadores denunciaron que los bloqueos internacionales han impedido que la asistencia llegue de manera oportuna, agravando la crisis humanitaria.

Plaza Palestina Libre como punto de encuentro
Al llegar a la Plaza Palestina Libre, los representantes pintaron en el pavimento la frase “Romper relaciones y sanciones”, un mensaje que sintetiza la exigencia central del movimiento. Para ellos, no basta con presionar a nivel diplomático, sino que es necesario llevar a los responsables de los ataques ante tribunales internacionales. Recalcaron que las sanciones deben ir acompañadas de procesos de justicia para frenar la impunidad.
Los colectivos anunciaron nuevas acciones para mantener el tema en la agenda pública. Entre ellas, un foro con organizaciones sindicales donde se presentarán estrategias de respaldo a Palestina y una marcha nacional programada para el próximo 7 de octubre. Esta fecha no es casual, pues conmemora dos años de la ofensiva de Hamas conocida como “Operación Inundación de Al-Aqsa”, lo que convierte el acto en un símbolo de resistencia y memoria.

El hecho de que esta marcha por Palestina en CDMX se repita constantemente refleja que el tema sigue vivo en la opinión pública mexicana. Sin embargo, también evidencia una carencia: la falta de una postura firme del gobierno federal. Mientras los manifestantes insisten en romper relaciones con Israel, la diplomacia mexicana se mantiene en un punto medio que ha sido criticado por considerarse tibio ante un conflicto de graves violaciones a los derechos humanos.