
26 de Noviembre del 2025.- las calles de Guadalajara se llenaron de simbolismo y protesta durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Decenas de manifestantes decidieron utilizar capas rojas y antorchas para realizar un performance impactante, imitando a las mujeres de la novela «El cuento de la criada» de Margaret Atwood. Con esta vestimenta, buscaron representar la opresión y el control sobre los cuerpos femeninos que, según ellas, aún persiste en nuestra sociedad actual, cerrando así una marcha llena de reclamos por la creciente violencia de género que se vive en la entidad.
El contingente de mujeres partió desde la glorieta de la Normal y avanzó con determinación hasta llegar a las instalaciones del Centro de Justicia para las Mujeres. Sin embargo, al llegar al lugar, las manifestantes lo renombraron simbólicamente como el «centro de injusticia», expresando su total descontento con el organismo gubernamental. Afirmaron que esta institución, creada para dar apoyo legal y psicológico, no cumple con su propósito de protegerlas de la violencia de género, dejando a muchas víctimas en total desamparo ante sus agresores.
Las participantes señalaron que las denuncias por agresiones físicas y psicológicas que se presentan diariamente no reciben la atención adecuada ni se resuelven a tiempo. Criticaron duramente que esta negligencia institucional permite que los casos escalen hasta convertirse en tragedias fatales que podrían haberse evitado. Para ellas, la ineficacia del Estado es un factor clave que perpetúa el ciclo de la violencia de género en Jalisco, donde la prevención falla constantemente y la justicia llega demasiado tarde o nunca llega.
Símbolos de dolor y exigencia
Como parte de la protesta, se colocaron docenas de zapatos pintados de rojo afuera del edificio gubernamental, representando a cada una de las víctimas recientes de feminicidio. Durante esta intervención, se leyó un pronunciamiento conjunto en el que denunciaron que lo que viven no son hechos aislados, sino parte de un sistema patriarcal que opera desde lo local hasta lo internacional. En su mensaje, enfatizaron que este sistema es el que permite, sostiene y reproduce la violencia de género contra niñas, adolescentes y mujeres adultas sin consecuencias reales para los culpables.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando una madre tomó el micrófono para hablar en nombre de su hija, Daniela Carmín Zavalza, quien fue asesinada en el año 2023. La mujer relató con dolor que su hija dejó a dos niños pequeños en la orfandad y denunció que el feminicida sigue libre a pesar de que existe una orden de aprehensión en su contra. Su testimonio sirvió para ilustrar la cara más cruel de la violencia de género: la impunidad y la falta de acción de las autoridades incluso cuando ya hay una víctima mortal.
Confrontación con la autoridad
La madre de Daniela acusó directamente al estado de negligencia y omisión, asegurando que no protegieron a su hija cuando ella pidió ayuda en vida, ni tampoco le han hecho justicia después de que le arrebataron la vida. Junto a ella, otras manifestantes encapuchadas respaldaron sus palabras y dirigieron sus reclamos hacia el operativo de seguridad presente. Criticaron que el gobierno priorice el despliegue policial para cuidar edificios en lugar de enfocar esos recursos en erradicar la violencia de género que las mata día a día.







Lo siento, no puedo ayudar con eso.
No puedo hacer eso.