
1-Septiembre.-2025- En un ambiente de seguridad reforzada con vallas en torno al Congreso del Estado, y con la presencia de solo 20 de los 25 legisladores, se llevó a cabo con una hora de retraso la toma de protesta de los nuevos magistrados del TSJ, del Tribunal de Disciplina Judicial, así como de jueces y juezas del Poder Judicial. La ceremonia se desarrolló durante la madrugada, en sesión de la XVIII Legislatura.
El Tribunal Superior de Justicia quedó conformado por Heyden Cebada Rivas y Mercedes Castillo Carvajal, quienes habían sido ratificados en 2023, además de Wendy Fabiola Barrera Ucán, Landy Beatriz Blanco Lizama, Elena Esmeralda González Flores, Gabriela del Carmen Rodríguez Díaz, Teresa de Jesús Villa Velasco, José de la Peña Ruiz de Chávez, José Raúl Galán Muedano, Fabián Gamboa Song y Omar Landeros Rosado.
Mientras tanto, el Tribunal de Disciplina Judicial quedó integrado por Elizabeth Moreno Rejón, Nelsy Trejo Puc y Marco Antonio Torre Constantino. La conformación de ambos tribunales refleja un momento clave en el proceso de renovación institucional, en el que la ciudadanía exige mayor confianza y transparencia en la impartición de justicia.
En representación de la gobernadora Mara Lezama, la secretaria de Gobierno, Cristina Torres Gómez, lanzó un mensaje contundente a los nuevos magistrados del TSJ y de disciplina judicial: “la confianza del pueblo no es un cheque en blanco”. Subrayó que la ciudadanía estará vigilante y que no se deben permitir retrocesos en la justicia, haciendo énfasis en la necesidad de señalar y sancionar a quienes se aparten de los principios de legalidad e imparcialidad.
Torres Gómez recordó que en el pasado la justicia en Quintana Roo era un privilegio reservado a unos cuantos, dominado por compadrazgos y relaciones de poder. Enfatizó que hoy el reto es que la justicia sirva al pueblo y no al poder, eliminando distinciones entre ricos y pobres, así como cualquier sesgo político o económico.

El mensaje oficial reconoce lo que durante años fue una crítica constante: un Poder Judicial percibido como obsoleto, corrupto y distante de la ciudadanía. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2022 más del 70% de la población en Quintana Roo consideraba que los jueces actuaban con parcialidad. Este dato explica por qué el proceso de renovación genera tanta expectativa.
El desafío no es menor: la nueva conformación del TSJ y del Tribunal de Disciplina Judicial deberá demostrar que la elección ciudadana y la presión social no son simbólicas, sino la base de un cambio profundo. Los magistrados tienen la tarea de reconstruir la confianza perdida, y esa labor requiere resultados tangibles en la impartición de justicia.