
4 de Noviembre del 2025.- El expresidente Mauricio Macri volvió a mostrar sus diferencias con el estilo de Javier Milei, aunque evitó nombrarlo directamente. Durante una disertación en el Foro ABECEB, aseguró que «el mundo ha vuelto a estar liderado por personalidades narcisistas que ni escuchan», y lanzó un claro mensaje al señalar que «hay que tener más empatía». Estas declaraciones se producen en un contexto de tensiones en la relación entre el PRO y La Libertad Avanza, especialmente tras las críticas previas de Macri a la designación de Manuel Adorni como jefe de Gabinete.
Macri compartió el escenario con otros dos exmandatarios de la región, el mexicano Felipe Calderón y el chileno Eduardo Frei Ruiz. Juntos analizaron el rol estratégico que debe jugar América Latina en un mundo que está experimentando una profunda reconfiguración geopolítica. Fue en este marco internacional que el expresidente argentino centró su crítica en los actuales liderazgos globales, describiendo un panorama preocupante que, según él, afecta la forma de gobernar.
Durante su intervención, Macri profundizó en su análisis sobre las figuras que hoy están en el poder. Consideró que «el mundo ha vuelto a estar liderado por personalidades narcisistas a tal nivel que ya ni escuchan». Criticó duramente esta tendencia, afirmando que a estos líderes «no les importa lo que digan los demás, ellos van avanzando en su vida». Esta descripción fue interpretada por muchos como una referencia directa al actual presidente argentino.
Para el fundador del PRO, este fenómeno negativo es una consecuencia directa de la «violencia con que hoy se comunica la sociedad en el debate de las ideas». Macri apuntó específicamente contra el ambiente que se vive en las redes sociales. Según su visión, esta agresividad constante ha provocado «un retroceso terrible en la oferta de liderazgos«, sugiriendo que las personas más capaces quizás evitan participar en la política.
El Apoyo Condicionado del PRO
Al hablar sobre la relación de su partido con el gobierno de Javier Milei, Macri buscó equilibrar su postura. Sostuvo que «el PRO ha apoyado como nunca en la historia de la política argentina un partido que no era gobierno». Remarcó que este apoyo fue clave no solo «para lograr ganar una elección, sino tratar de gobernar en una situación de minoría muy difícil». Con esto, destacó el rol fundamental que tuvo su partido para la llegada de LLA al poder.
Pese a ese respaldo inicial, Macri advirtió que el acompañamiento de su partido no es un cheque en blanco. Aseguró que el PRO «va a seguir» apoyando al gobierno nacional, pero aclaró que lo hará «en base a las ideas». Es decir, el apoyo estará sujeto a que se respeten las coincidencias programáticas entre ambas fuerzas políticas, y no a una alianza incondicional con una persona.










Lo siento, no puedo ayudar con eso.
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