
20 de Diciembre del 2025.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su frustración durante la reciente cumbre de mandatarios del bloque sudamericano al referirse al estancamiento de las conversaciones con Europa. Según el líder brasileño, la ausencia de «voluntad política y coraje» por parte de los dirigentes de la Unión Europea es el principal obstáculo que impide finalizar este pacto histórico. Tras más de dos décadas de pláticas, el mandatario lamentó que los líderes del viejo continente sigan solicitando prórrogas, esta vez para analizar medidas de protección a sus agricultores locales.
A pesar de que la Comisión Europea y el Consejo Europeo han manifestado su intención de aprobar el documento en enero de 2026, Lula se mantiene escéptico sobre la resolución del acuerdo entre la UE y Mercosur. El presidente enfatizó que los países latinoamericanos no se quedarán de brazos cruzados esperando una decisión definitiva, sino que continuarán fortaleciendo sus lazos comerciales con otras regiones del mundo. Esta postura refleja una búsqueda de independencia frente a las constantes dudas y bloqueos internos que presenta el bloque comunitario europeo.
En su discurso, Lula recordó que el Mercosur ha logrado avances significativos fuera de la influencia de Bruselas, como el acuerdo firmado recientemente con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). Este grupo de países representa un mercado con un Producto Interno Bruto que roza los 1,5 billones de dólares, lo que demuestra que existen alternativas viables. La estrategia del bloque ahora se centra en diversificar sus clientes internacionales mientras se resuelven las diferencias políticas que frenan el acuerdo entre la UE y Mercosur.
Nuevas alianzas estratégicas y expansión hacia otros mercados
El Mercosur ya ha puesto en marcha una agenda de expansión que incluye conversaciones avanzadas para ampliar el intercambio comercial con la India, una de las economías con mayor crecimiento en el mundo. Además, se han retomado las gestiones con Canadá, avanzando de manera gradual pero firme en los términos de negociación. Lula confía en que, bajo la próxima presidencia de Paraguay, se logren concretar estas firmas que no pudieron concluirse durante su mandato, aprovechando el interés global que existe por la región.
El mandatario brasileño subrayó que el mundo está «ansioso» por vincularse comercialmente con el Cono Sur, lo que otorga al bloque una posición de fuerza en las mesas de diálogo. Esta apertura hacia Asia y Norteamérica sirve como un mecanismo de presión y, al mismo tiempo, de resguardo ante la posibilidad de que el acuerdo entre la UE y Mercosur termine por fracasar definitivamente. La diversificación de socios es ahora la prioridad número uno para garantizar el crecimiento económico de los países miembros.
El conflicto agrícola que bloquea el pacto comercial
El principal freno para la firma del convenio proviene de países como Francia e Italia, donde el sector agrícola ejerce una gran presión política sobre sus gobiernos. Los agricultores europeos temen no poder competir en igualdad de condiciones con los productores latinoamericanos debido a las estrictas regulaciones ambientales y sanitarias de la UE. Esta tensión escaló recientemente con manifestaciones masivas en Bruselas, donde miles de trabajadores del campo exigieron que no se firme el acuerdo entre la UE y Mercosur sin condiciones más estrictas.






